Mi generación los “baby boomers”, nacidos entre 1945 a 1964 fuimos los precursores del consumo masivo de drogas. En esta generación nació el uso recreativo de la marihuana, años sesenta y setenta clasifican como los impulsores del vicio con la llegada de la “nueva ola”, aunque fueron épocas hermosas de juventud, también la liberación o destape promovida por los movimientos nadadistas, hippies, beatnik, la música rock, el lema: “haz el amor y no la guerra”; Vietnam, la poesía materialista y pragmática, la influencia de la izquierda marxista y la filosofía freudiana, Woodstock y Paris 1968 con el manifiesto “prohibido prohibir”. Estas y muchas otras manifestaciones influyeron la moda, el pensamiento y el amor.
Todo este gran movimiento fue el inspirador del consumo de marihuana que ya brotaba como una moda, acompañada por la cocaína para tener más resistencia en el consumo de alcohol. El LSD apareció como una “fantasía” y los jóvenes lo experimentaban con entusiasmo, así mismo la búsqueda y consumo de los hongos alucinógenos, una “maravilla” para transportarse a otros mundos irreales. Fue así como la droga tomó status y en altos círculos sociales se utilizaba estimulando a otros sectores de la sociedad a probarla por sus “estupendos” efectos.
Vinieron los años 80 y 90 donde el negocio del narcotráfico floreció aumentando y facilitando la oferta ante la creciente demanda. Surgen los carteles y la influencia económica de la droga en la política, la economía, el arte, la música y hasta el deporte. Entonces ser narcotraficante se volvió “in”, mucha gente se arrimó a esa cultura “traqueta” naciente y se lucró de ella.
Se aproxima el fin de siglo y aquellos nacidos a partir de 1985 a inicios del dos mil, se catalogan como los millennials o generación Y, que llegan con una característica muy diferente a la generación X que los antecede. Los millennials dan ingreso a la generación Z o i-gen, conocidos como los centennialls aquellos hijos de los primeros años del presente siglo.
Pues bien ahí es donde vemos como en estas dos últimas generaciones impulsadas por la revolución cultural de los “baby boomers”, se han desbordado en el uso de drogas. Nunca antes en la historia de la humanidad había existido un consumo tan alarmante, hoy desde los 8 años se consume, obteniendo droga en las puertas de colegios, parques y a domicilio que se suministran desde las naturales como el cannabis, hasta las mas sofisticadas sintéticas con detonadores químicos que destrozan a la persona, a la familia, a la sociedad y al estado.
Estas últimas generaciones pasarán a la historia como la “generación de las drogas”, así como la generación perdida (1901-1925) y la generación silenciosa (1926-1945) fueron las del alcohol.
Estos fenómenos evolutivos de la sociedad se deben a los cambios culturales, económicos y tecnológicos, que llevan al ser humano al descubrimiento de nuevas experiencias y pensamientos influyendo en su devenir. Por ejemplo: hoy el hombre tiende a se andrógino y la mujer andrógina, mostrando a la sociedad nuevos patrones de cultura mezclada de siglos y milenios anteriores con el avance actual de la ciencia. ¿Será para bien o para mal de la humanidad? No se sabe, cada cual haga su propia reflexión.