La campaña que se avecina | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Noviembre de 2021

Hay que elevar el tono del debate público sobre los problemas que afronta el país. Muchas veces lo que importa es la frase altisonante, el cruce de las descalificaciones y el lenguaje agresivo que se utiliza entre eventuales aspirantes a la presidencia. Preferimos la discusión serena y razonada sobre la manera de enfrentar los principales retos del país a través del diseño y ejecución de políticas públicas.

Como las movilizaciones que se desarrollaron en el primer semestre del año fueron protagonizadas por jóvenes estudiantes universitarios, según se ha dicho, que se ven sin futuro, con dificultades para concluir su carrera universitaria y sin espacio laboral para los que ya terminaron, pues lo lógico es que en el marco de la campaña que se avecina, ese sea uno de los temas cruciales de la agenda de los aspirantes presidenciales.

La verdad es que en las marchas participaron estudiantes de diferentes estratos con aspiraciones y necesidades distintas. Las posibilidades de los estudiantes de las universidades públicas y privadas no son las mismas; por ello las motivaciones de unos y otros no se pueden homogenizar. Pero aun así lo que importa es garantizar de manera adecuada el acceso a la educación, ante todo a la educación superior, a los sectores más desprotegidos y vulnerables de nuestra sociedad. En los países nórdicos la educación es una política incluyente que hace parte de la estrategia para promover la igualdad que tanto hace falta por construir entre nosotros.

Por tanto, sería conveniente volver al debate sobre la calidad de la educación que se imparte y el modelo de educación que se ha adoptado en el sistema educativo. Hay que evaluar si los profesionales que egresan de las universidades son los que realmente requiere el país, y establecer si lo que el Estado debe apoyar es la oferta educativa o la demanda educativa.

Debemos reconocer que por más voluntad o empeño que empleen los gobiernos, en un período presidencial no se alcanza a resolver los problemas de naturaleza estructural que tiene el país; muchos de ellos trascienden los gobiernos. Por eso los problemas más acuciantes siguen siendo los mismos: la educación, la salud y la seguridad social, la vivienda, el empleo y la seguridad, entre otros. De ahí la necesidad de priorizarlos y de darle continuidad a políticas que avancen en sus soluciones.

***

En la cumbre ambiental que se reúne en este momento en Glasgow-Escocia en el marco de la 26ª Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP 26, los compromisos ambientales que se han propuesto para Colombia serían el desembolso por parte de Alemania, Noruega y el Reino Unido de USD 33.5 millones -según se informa-, como parte de la cooperación para contribuir a la lucha contra la deforestación, especialmente en el Amazonas.

Del mismo modo, el lanzamiento de un centro de ciencia y educación en el departamento del meta (Eden Project), para proteger la rica biodiversidad del país, así como la posibilidad de inversión en el desarrollo de hidrogeno verde. Esperamos que así sea.