La pura verdad
La palabra verdad está en pleno auge gracias al anuncio de una Comisión de la Verdad en Colombia en el marco del proceso de paz con las Farc. Todo lo contrario a lo que le sucede al proceso de paz el cual necesita elevación. Pero supongamos que se da el escenario para esclarecer la verdad y es entonces en dónde cabe preguntarse a qué verdad le apuntamos. Infiero que será a la pura: “La verdad indubitable, clara y sin tergiversación”.
No la que recomendó hace un par de días en una columna de El Tiempo el senador Iván Cepeda, en mensaje directo al Procurador diciéndole que la verdad es un imperativo ético refiriéndose a las razonables preocupaciones del procurador Ordóñez respecto de la Comisión de la Verdad. Cabe aquí señalar que el Procurador no está en contra de dicha Comisión sino que le preocupa es la independencia, imparcialidad y autonomía que pueda tener la Comisión de la Verdad. Que es muy distinto a estar en contra del esclarecimiento de la verdad y de la paz en Colombia. Quienes pregonan ética, verdad y justicia no pueden empezar, desde antes de instalado el escenario para esclarecer la verdad, con tergiversaciones.
De acuerdo con el International Center for Transitional Justice -ICTJ- desde el 2011 se han instalado más de 40 comisiones de la verdad. Una de ellas, asesorada por este ente, fue la constituida en Colombia, por la Corte Suprema, para abordar los acontecimientos del Palacio de Justicia en 1985. Hechos que además fueron presentados en el documental La Toma presentado en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, en el 2011.
Lo que de pronto no ha revisado el senador Cepeda es que la preocupación del Procurador, en la experiencia de la ICTJ sobre las comisiones de la verdad en Latinoamérica, es decir, la independencia y eficacia de las comisiones, es parte fundamental de las iniciativas de justicia transicional en todo el mundo. La independencia de dicho ente garantizará que el resultado que se obtenga no sea una verdad sesgada y tergiversada. Que resulte culpando de todo al Estado colombiano. Que exonere a las Farc de decirles la verdad a los pueblos de Tumaco y Buenaventura y a las familias de los 11 soldados masacrados en el Cauca -para citar hechos recientes- cuál fue la pura verdad indubitable, clara y sin tergiversación, de tanto odio por Colombia.
@ReyesJuanfelipe