Juan Felipe Reyes | El Nuevo Siglo
Miércoles, 21 de Enero de 2015

Mototaxismo,  bicitaxismo, etc…

 

La semana pasada el senador Andrés García del Partido de La U, afirmó a este diario varias cosas, veamos: “el mototaxismo es una realidad social y un reto que tenemos y que afecta directamente la movilidad de los colombianos y lo podemos ver y encontrar en toda Colombia…ese debate es importante porque el mototaxismo sí existe”. Después hizo la siguiente pregunta, la cual tendré el gusto de responderle haciéndola extensiva también  al caso del bicitaxismo: “En tiempos en que estamos buscando la paz y la reconciliación el mototaxismo genera empleo…Mi pregunta es que si el mototaxismo genera empleo pero al mismo tiempo inseguridad, ¿cuál es la mejor decisión a tomar?”.

Lo primero senador es ¿qué tiene que ver la paz y la reconciliación con esos cuasi medios de transporte? No entiendo la relación de causalidad entre ambos temas. No pensará usted pasar a los posibles desmovilizados de Guatemala para guatepior. O ¿sí? Lo segundo es que el hecho de que sea una “realidad social” como usted lo llama no significa que tiene que legalizarse. Bajo ese razonamiento entonces legalicemos el narcotráfico, microtráfico o el comercio en los andenes y calles (absueltos de impuestos) que también son una realidad social, que nos quedó grande acabar. No se pudo. Y esos sí que se pueden “ver y encontrar en toda Colombia”. Tal y como usted lo afirma del mototaxismo. No entendí el fundamento de su iniciativa.

Respecto de su pregunta la respuesta es muy fácil y me sorprende que la haga. Por supuesto que la mejor decisión a tomar es no legalizar un medio de transporte público inseguro. Hechizo. Fabricado artificialmente. No apto para transportar personas de un lugar a otro y poder garantizar la obligación contractual más importante que tiene un transportista: llevar a la persona sana y salva a su lugar de destino. ¿Lo garantiza con esos aparatos no aptos para prestar servicio público de transporte? No puede el Estado patrocinar la mediocridad que representan esos artefactos. Y lo más importante. Esos aparatos no garantizan el principio más importante que trae el Estatuto del Transporte en el artículo segundo. La seguridad. Se lo transcribo para que lo tenga muy presente a la hora de legislar pensando en legalizar aparatos inseguros: La seguridad especialmente la relacionada con la protección de los usuarios, constituye prioridad esencial en la actividad del sector y del sistema de transporte”.

@ReyesJuanfelipe