Menos es más…
El título de esta columna podría tener sentido desde cualquier ángulo. La última edición de Foreign Affairs publica un artículo del politólogo Francis Fukuyama el cual evidencia la decadencia de América refiriéndose por supuesto a la de EE.UU. (Imaginémonos geográficamente la decadencia de ahí para abajo).
Dice que la construcción del Estado americano y el progresismo (real) que se le impregnó a esa magna obra no puede estar mejor ejemplificado que en la creación del U.S Forest Service en los inicios del siglo XX. Y, que la forma como fue estructurada esa entidad ejemplifica el Estado moderno americano y el retroceso de dicha entidad ejemplifica el decaimiento de EE.UU.
¿Por qué? Entre otras razones, porque cuando fue creada dicha oficina se exigía que los funcionarios públicos fueran nombrados sobre la base de la educación y el mérito pero nunca en el amiguismo. Este último ha sido el común denominador desde siempre por estas tierras y ahora está empezando a serlo en EE.UU.
Decadencia consistente en que la burocracia de EE.UU. se ha alejado de los principios con los que fue establecida los cuales se fundaban en el ideal weberiano de una organización enérgica y eficiente integrada por personas que han sido nombradas por su capacidad y conocimiento únicamente. Ahora se ha vuelto un Estado gigante con disfuncionalidad en las instituciones, burocratización y amiguismo. El efecto de todo esto no es nada bueno y consiste en ineficiencia, baja en la calidad y resultados del sector público.
Trasladado a Colombia, lo anterior es evidente incluyendo las consecuencias del gigantismo estatal. El tamaño del Estado -léase del sector público- ha venido creciendo de manera permanente desde el año 1995. Se olvida que el tamaño no importa sino la calidad de las acciones. Un buen ejemplo: ¿para qué se necesitan cuatro funcionarios investidos con poderes superiores a los de un ministro? ¿No se supone que la ejecución del bueno gobierno debe ser garantizada por los ministros en cada área y con lo que existe? En eso si no tenemos una visión corta y los resultados si son inmediatos.
Respecto de la ausencia de calidad y del ideal weberiano basta con observar el canal del Congreso y las fatales intervenciones de los padres de la patria. En su mayoría no saben ni leer un texto (si lo leen) Imagínense como pueden llegar a salir las leyes (si salen) ¿Qué hacemos?
@ReyesJuanfelipe