JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 28 de Septiembre de 2014

Simple

 

Es simple. Nuestro sistema judicial no falla en derecho. O bueno, no seamos exagerados. No falla en derecho cuando de por medio están los magistrados, o los jueces, o los amigos de unos u otros, o los amigos de los amigos de los unos o de los otros.

El derecho para ellos tiene unas interpretaciones hermosas o infames, según se vea; de repente están defendiendo a los pobres fondos de pensiones porque no pueden entender una sentencia, así que la aclaran entregándose a sí mismos varios millones que pagamos los colombianos con impuestos, se ayudan sustituyéndose cuando salen, para que todo quede en familia, para que los resultados estén asegurados.

Y es tan simple porque así es imposible pensar en justicia, pensar en paz. No tiene sentido saber que los juzgados en el país son una rueda suelta que permiten desfalcos del tamaño de Cajanal, pero no tiene sentido que hoy el Consejo de Estado esté pensando en revivir las megapensiones. No tiene sentido que metan cinco años a la cárcel a quien ha robado una gallina y que a aquellos que han robado miles de millones al erario terminen pagando dos años y salgan a disfrutar de lo robado. No tiene presentación. Es absurdo, es imposible.

Y digo que es simple porque todos en este país lo sabemos, pero extrañamente nadie hace nada. Y los congresistas saben que no pueden pisarles las mangueras a los magistrados y los magistrados saben que nadie puede hacerles nada. Nada pasa de ser un escándalo mediático, ¿o es que acaso alguien se va a atrever a acabar con la mafia que viene carcomiendo a nuestras cortes, a nuestros jueces?, ¿Acaso alguno de estos maravillosos togados colombianos ha terminado tras las rejas?

Y entonces aparece otro intento de paro, para pedir lo mismo de siempre. Y entonces vuelven los tires y aflojes de una sociedad que siempre está en el medio de dos posiciones extremas, como si tuviese más razón un magistrado en una corte que un fiscal que tiene que coger bus para llegar a un pueblo en la mitad de la nada.

Y los colombianos que necesitan justicia tienen que quedarse con las noticias tristes de un país que quiere sentirse como del primer mundo mientras en la práctica no ha llegado a la Edad Media.

Pero el asunto es muy simple. Tan simple como decir que con esta justicia no tenemos ninguna oportunidad de lograr la paz entre los colombianos. Ninguna.

@juandbecerra