Miremos el futuro
Sean cuales fueren los resultados de esta tarde, el país tiene que empezar a pensar en lo que viene, principalmente las elecciones locales, que habrán de refrendar los resultados en La Habana y los logros alcanzados en las pasadas elecciones legislativas. Y Bogotá de nuevo será tratada como la joya de la corona, como si en los últimos períodos eso hubiese servido en algo a los bogotanos, y por eso tendremos que elegir en contra, de nuevo, con un futuro de ciudad que Petro dejará refundido, tanto como ahora. Entonces viene la pregunta, ¿Pachito Santos o de nuevo la izquierda?
La pregunta se reduce a esas dos opciones porque Pachito ha expresado que su objetivo es el Palacio Liévano y Santos habrá tenido que ceder algo a la izquierda y seguramente habrá sido el único fortín burocrático que les queda. Y Bogotá seguirá en el limbo de no tener doliente, con un alcalde que vivió su período más defendiéndose que gobernando, y el anterior que terminó en la cárcel, y el anterior con afiches de un obrerito para intentar mostrar que había hecho algo al menos los últimos dos meses de su mandato.
Y tendremos que elegir entre la derecha, no tan ilustrada diría yo, de Pachito, o la renovación de la izquierda, que probablemente, y por un par de décadas más, será Clara. Y de nuevo el tema será el metro que ya no será por dónde se habrá dicho, pero que lo haremos así sea atravesando La Calera; que Transmilenio está saturado pero que es culpa del alcalde anterior o de las losas de hace 20 años; o la inseguridad que aqueja a la capital, pero que es responsabilidad compartida con el Presidente, sea Santos o sea Zuluaga.
Y por dónde se mire el futuro de Bogotá parece refundido. Entre la inoperancia de Clara, que fue buena alcaldesa porque remplazaba a Samuel, no mucho más que eso; o la improductividad de Pachito, porque yo no recuerdo que alguna vez haya hecho algo. Pero vendrá Francisco Santos con su discurso uribista, y que Uribe quiere a Bogotá, y por eso de repente lo logra, o vendrá Clara que dirá que ella de verdad es el cambio, y quizá vuelva para terminar su vida pública como alcaldesa, y por eso quizá lo logre. Eso es lo que tenemos que empezar a partir de mañana, porque lo que pase hoy ya estaba cocinado por cuenta de los errores de unos y de otros, aunque debería decir que ojalá no tengamos a Uribe haciendo fuerza desde la Casa de Nariño para que Pachito llegue a ser su vecino.
@juandbecerra