JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 2 de Febrero de 2014

Política desde el púlpito

 

“Regular  iglesias podría poner en riesgo una elección completa”

Por  alguna razón extraña del destino, todas las plagas cayeron sobre la familia Piraquive después de la publicación de los famosos videos discriminatorios. Y con ellas, cayó la Fiscalía General de la Nación y también los medios de comunicación que han hecho despliegues investigativos mientras el país se ha venido asombrando de las maravillosas vidas que han alcanzado los pastores de la congregación. Y he escuchado a muchos indignados, como si de verdad se hubiesen sorprendido por los hallazgos que, de a poco, hemos venido viendo sobre la iglesia.

Porque parece que nos olvidamos que en nuestro país aún la política se hace desde el púlpito, desde todas las iglesias, y parece que no recordamos que varios candidatos han salido al lado de los pastores en sus cultos pidiendo votos o que la iglesia católica sale por ahí a hacer presión política a los congresistas cuando tratan algún tema sensible para el Vaticano. A nosotros eso de la separación entre la iglesia y el Estado nos ha pasado por encimita y sólo ahora nos mostramos sorprendidos.

Y si bien es cierto que existe libertad de cultos, según nuestra Constitución, también lo es que las iglesias hacen lo que quieran en nuestra sociedad y no hay nadie que regule, al menos, la cantidad de dinero que recogen. Y el ejemplo de los Piraquive es apenas uno de muchos, porque por acá las iglesias abundan y en cada barrio hay algún salón que reúne personas que cantan y se entregan en cuerpo y alma a la salvación que les prometen los líderes.

El problema en el fondo es que regular a las iglesias terminaría siendo una medida tan poco popular que podría poner en riesgo una elección completa, así que más allá del show mediático, no pasará nada, porque seguro también estará detrás la iglesia católica pidiendo que eso se quede así, porque tengo la idea de que ellos no podrían tampoco lanzar la primera piedra.

Y cabe aclarar que esto no tiene nada que ver con la salvación de cada uno, con las creencias o la decisión que los colombianos tenemos de creer en lo que bien nos parezca. Es sobre las instituciones que se aprovechan de esas creencias, sobre un montón de dinero que parecería que sale de los bolsillos de los que más lo necesitan, para engordar las billeteras de esos otros que tienen propiedades en Miami, sobre muchos mercenarios de las salvación de los otros.

@juandbecerra