Protagonismos
Si los sobrevuelos no autorizados de los aviones rusos, la presunta violación de una joven en un bar capitalino o la visita de Mourinho al partido de la Selección Colombia hubiesen sucedido el mismo día, seguramente los noticieros y los diarios nacionales habrían organizado varias emisiones especiales, ediciones vespertinas y varios directos desde la casa de la abuela del primo de algún amigo de los involucrados. Estas semanas los medios se cerraron a hablar de esas tres noticias como si nada más importante hubiese pasado en nuestro país, como si fuesen a cambiar el destino de nuestra patria.
Claro, podría decirse que las noticias fueron importantes. Tanto como para enterarnos una semana después de que los sobrevuelos no autorizados de los Tupolev fueron dos, no uno; que la denuncia sobre la violación fue publicada una semana después de los hechos y que el traspaso del Tigre es comidilla de todos los medios internacionales. Ahora bien, qué podría ser aquello que reunieron estas noticias para que llegaran a lograr ese nivel de visualización: fácil, protagonismo.
Protagonismo de Barreras diciendo que ahora debemos derribar aviones rusos, de Jaramillo diciendo que la culpable es la niña por usar la minifalda, de nuestros periodistas deportivos que buscan convertir en noticia hasta a la mesa de noche de Falcao. Son un poco del show para justificar lo que hacen, aunque nadie entienda para qué lo hacen.
Falcao pasará a otro equipo que le ofrezca una liga más competitiva y no nos digamos mentiras, un poco más de dinero; el caso de la violación fue importante porque sucedió en Andrés, no por el hecho en sí mismo o de lo contrario diariamente nos inundarían con noticias a lo largo de todo el territorio nacional que siguen en la impunidad; el asunto de los vuelos debe ser tratado como un incidente diplomático, tal y cómo lo hizo la Cancillería.
Pero eso es lo que estamos hoy consumiendo los colombianos, protagonismos. Como el de RCN con su reinado, o el de Vélez en el noticiero de Caracol, o el de Uribe, el de Petro, el de Peñalosa. Se nos está olvidando el fondo de las cosas para quedarnos con la inmediatez, con el show por encima del contenido. Y lo peor es que como colombianos tendremos que seguir esperando el traspaso de Falcao, el discurso de Andrés, la foto de los guerrilleros o los desatinos de nuestros congresistas mientras la Universidad Nacional se cae a pedacitos o siguen robándose la salud de todos. Esos son nuestros protagonismos.
@juandbecerra