Robert J. Shiller, el Nobel
Uno de los tres galardonados con el Premio Nobel de Economía este año ha sido Robert J. Shiller, profesor de la Universidad de Yale. Su notoriedad se ha visto disparada recientemente por sus finos análisis de la crisis hipotecaria que estalló en Estados Unidos hacia 2008, y de la cual aún no se reponen.
Uno de sus últimos libros The subprime solution (Princeton University press, 2008), ha sido quizás su último best seller, y uno de los más agudos análisis escritos para entender esta terrible crisis hipotecaria y bancaria que ha golpeado la economía americana y mundial durante los últimos 5 años.
Se dice que Alan Greenspan se apropió, sin darle ningún crédito al verdadero autor que es Shiller, de la expresión “exuberancias irracionales”, con la cual se explica el monumental incremento del precio de la propiedad raíz en Estados Unidos que entre 1977 y 2006 se incrementó en 85%. Aumento de precios que propulsó, entre otras cosas (y como hoy se reconoce por los estudiosos) por la política monetaria y crediticia laxa que propició el Federal Reserve Bank durante la regencia de Greenspan.
La gente veía subir y subir los precios de sus propiedades inmobiliarias. Se percibió equivocadamente, en medio de una “exuberancia irracional”, que estos nunca bajarían. Se tomaban más y más créditos. Los emisores de hipotecas analizaron mal los riesgos de los créditos que otorgaban, algunos hasta irresponsablemente pues simplemente los empaquetaban y vendían a otros las hipotecas, con lo cual se deshacían de los riesgos inherentes de la actividad crediticia. Las cotizaciones del inmobiliario subían como espuma inagotable.
Hasta que vino el derrumbe. Los precios cayeron estrepitosamente. La gente vio impotente cómo se desvalorizaban de la noche a la mañana sus casas y edificios en relación con las deudas que había contraído. Se hizo imposible el pago de buena parte de la deuda hipotecaria. Los bancos que eufóricamente habían otorgado créditos vieron sus balances agobiados de deudas incobrables. La gente empezó a ver con desespero que sus propiedades eran ejecutadas por los acreedores financieros. Y en pocos meses se dio comienzo a lo que, a juicio de muchos observadores, ha sido la crisis financiera más severa que han experimentado los Estados Unidos desde la gran depresión de los años treinta del siglo pasado.
Todo este episodio es estudiado por Shiller con sumo cuidado. Él mismo, desde cuando estaba analizando pasadas recesiones, ayudó a construir un índice que ha adquirido celebridad (The Case- Shiller Home Price Indice) con el cual se reconstruyó la historia de los precios de la propiedad raíz en Estados Unidos desde 1890.
La tesis de Shiller es simple pero contundente: detrás de cada recesión severa de la economía -aun si se analiza la gran crisis de los años treinta del siglo pasado- siempre hay en su origen una burbuja especulativa inmobiliaria, como la que estalló patéticamente en 2007.
Por eso el monitoreo de los precios de la propiedad raíz, y el manejo del instrumental de las políticas monetarias y crediticias por parte de los bancos centrales a fin de moderar oportunamente el ciclo, en vez de atizarlo, como aconteció durante los años de Greenspan, resulta crucial.
Insiste también Shiller que de las crisis deben salir unas instituciones financieras y de control mejores y más refinadas. Este es uno de los reproches que se le ha hecho al gobierno Obama: manejó los aspectos inmediatos de liquidez de las crisis, pero las grandes reformas del sistema financiero que anunció en los meses iniciales de su primera administración nunca se volvieron realidad.
Ahí quedan pues los escritos y las enseñanzas del profesor Shiller, ahora Premio Nobel, no solo para entender cómo se gestan las crisis financieras. Sino lo que resulta aún más importante: cómo se previenen a tiempo los efectos devastadores de las mismas.