Juan Álvaro Castellanos | El Nuevo Siglo
Jueves, 12 de Noviembre de 2015

 “Defender al consumidor es defender economía nacional”

LA OTRA CARA

Seguir el control

Este año apareció con notorio retraso en la historia reciente del consumo nacional, una práctica esperada con disciplina, fondo y carácter, como es la inspección de precios, control y vigilancia de todos los contenidos de productos industriales en la vitrina comercial del país. La modalidad era aplicada de forma tenue y con miedo o complacencia en el pasado, por la Superintendencia de Industria y Comercio. Ahora se espera que se acentúe con orden y continuidad, para cumplir la legislación en contenido y precios de toda clase de productos, como medicamentos, alimentos, bebidas, elementos de aseo y belleza, entre otros. Y faltan muchos.

También se pusieron al descubierto los llamados ´carteles de productores´ que manipulaban mercados, bloqueando  importaciones autorizadas, para responder a necesidades de consumo, cuando los nacionales no alcancen por capacidad productiva, a cubrir la demanda del país.  La Super en fabricación, calidad y contenido, estrechó operaciones con el Invima que debe ser su mejor aliado en este propósito. 

Y  ahora esta campaña es esperada por las alcaldías y gobernaciones, que inician administración en enero. En municipios y regiones, especulación y mala calidad, no están ausentes.

Así la Superintendencia de Industria y Comercio pisó la franja roja que                               mide el costo de vida para todas las escalas sociales y calentó las exigencias a  industriales y comerciantes. Buena estrategia para detectar dónde está la especulación  o la chambonada para producir y vender. Muchos de quienes producen y venden con honestidad, acogieron la campaña, porque favorece  calidad y  ventas. El sistema sería una certificación automática que reglamentaría con agilidad solicitudes para exportar.

Hay que reconocer que no se debe exagerar sanciones. Se requiere verificarlas de manera jurídica antes de expedirlas, como no sucedió con los ingenios azucareros, conminados a un multimillonario pago, de inmediato  demandado, y actualmente en revisión judicial.

Los controles devuelven credibilidad a publicidad que insiste en marcas, utilizando radio y TV, con efectos musicales estridentes y a los gritos, sin hablar de contenidos.

En  confecciones se recuerda a los hermanos Valencia de Pereira, ya fallecidos; dejaron huella al anunciar sus trajes. El mensaje era: “Por fuera mil detalles de elegancia, por dentro, mil puntadas de perfección. Es un vestido Valher, el vestido perfecto”. En alguna ocasión hicieron en un parque demostración pública de fabricación, para ratificar lo anunciado. Alcanzaron en 1975, Premio Internacional en Calidad otorgado en Estados Unidos.   

Defender al consumidor es defender economía nacional. Por eso es sano seguir el control a producción y comercio.    

juanalcas@yahoo.com