Juan Álvaro Castellanos | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Febrero de 2015

Venezuela aislada

 

En la medida en que subió la temperatura política y social en Venezuela, principales organismos financieros internacionales iniciaron estrategia de prevención en la región, frente a eventuales fenómenos de mayor gravedad. Son alertas que sin duda inciden en Colombia.

Los principales bancos, corporaciones y  agencias evaluadoras de  riesgo de capitales, inversión y comercio exterior, fueron advertidos por sus oficinas centrales en Nueva York y Londres, desde el comienzo de semana, de la necesidad de aplicar con cautela el ritmo en las operaciones de finanzas y transacciones en general con Venezuela. Bancos de Estados Unidos, Europa y Suramérica tienen abiertas sus líneas de comunicación en red, en  seguimiento a la situación y, en particular a decisiones del Gobierno venezolano que, de manera desenfrenada, ha reiterado la inminente continuación de la nacionalización de empresas en todo el orden económico.

Fuente periodística -dice a esta columna-  desde Caracas, que el servicio bancario se redujo ante la marcada iliquidez que se advierte en industria, comercio y servicios, en principales ciudades venezolanas. Sistemas cooperativos que financiaban pequeña y mediana industria en manufacturas y confecciones, suspendieron operaciones con varios cierres desde el mes pasado. “No se divulga la parálisis productiva, ni mucho menos se intenta protestas laborales. Todo lo considera el Gobierno, oposición golpista”.

Agencias concesionarias del comercio automotor han cerrado gradualmente sus locales desde finales del pasado año. El reflejo está en la frontera con Colombia y en el flujo de comercio exterior  entre los dos países, con volumen que no alcanza el nivel de 1.000 millones de dólares y deuda en crecimiento.

Mientras llegan estos aires nada alentadores para los residentes en Cúcuta y municipios limítrofes, el Plan de Contingencia anunciado por el Gobierno   debe iniciarse en firme para asegurar atención social y abastecimiento  básico con proyección futura a La Guajira, Norte de Santander y Arauca.

Se requerirán medidas temporales, con alivio tributario a comercio y mediana empresa del nororiente colombiano. Con apoyo al bolsillo, puede estimularse producción regional y empleo productivo en la zona. Los proyectos de inversión de los dos  países quedarán en el papel, entre ellos la integración vial -oriente-occidente- y el propuesto transporte multimodal colombo venezolano.

Colombia debe medir la situación vecina y sus efectos reales, en lo económico y social. Entre 4 y medio y 5  millones de nacionales residen allá en distintas ciudades. Cerca de 500 han sido deportados desde 2013, según el centro de recepción y protección en Cúcuta. Este desplazamiento humano no tiene por qué soportarlo el país, como consecuencia de una Venezuela cada vez más aislada.                                                                                        juanalcas@yahoo.com