LA OTRA CARA
En ambas canchas
El diferendo con Panamá era esperado y tiende a pasar con otro tono, de la discusión del acuerdo antievasión fiscal, al de encontrar la verdad en inversiones, comercio con materia prima y compra y venta de mercancías, porque es intercambio entre nubes. Empresarios de los dos países cruzan comercio y dinero, sin dejar claro, cómo pagan impuestos, aquí y allá.
Establecer acuerdo antievasión, no es entregarse a potencias económicas, ni a organismos con origen en Estados Unidos y Europa. La modalidad está vigente en el mundo para contener acción de mafias internacionales organizadas para esquivar tributación, que no es otra cosa que un golpe al fisco de cada país. Hace años ronda -el fantasma del contrabando- denunciado por gremios, comercializadoras y operadores independientes en Colombia, quienes han librado duro forcejeo, para colocar en el mercado, productos nacionales frente a los importados y a los contrabandeados en su mayoría, por vía aérea desde Panamá.
Nuestros técnicos de economía no han tenido la presión que tuvimos los reporteros económicos, de años atrás, ante amenazas y agresión verbal, que hacían comerciantes de -los Sanandresitos- en su etapa de florecimiento en la década de los años 80 en el país. Esos comerciantes, se irritaban al ver una cámara de televisión o un equipo de radio. Consideraban que los medios informativos no les dejaban trabajar su negocio. En ese momento se afianzaba el contrabando de productos, chinos, japoneses y coreanos, como todavía se encuentra en varios lugares, con zapatos a 5 mil y 8 mil pesos, así como prendas de vestir, electrodómesticos y demás, a bajos precios, vía Panamá.
Colombia al contrabando le ha hecho el quite con reglamentación jurídica por épocas. En otras, se silencia. Analistas económicos de Gobierno y particulares sobrevuelan el tema y se quedan en porcentajes y cifras. Desconocen la calle, donde está la economía común. Peor situación sería, de consolidarse el TLC, Panamá-Colombia. Gremios nacionales, con razón dicen, que se convertiría en contrabando a lo loco y sin frenos.
El anticolombianismo despertado en Panamá, califica a Colombia, como nación “excluyente, cerrada, prepotente y conservadora”, según el diario La Estrella, de Ciudad de Panamá, en nota editorial del pasado viernes. Argumenta costosa inversión de ese país, “en patrulleras, radares, equipos de comunicación y aeronaves, para enfrentar el narcotráfico”, que atraviesa por ese territorio. Así Colombia también podría preguntar, por dónde han llegado las armas, toda la vida. La retórica diplomática debe pasar a las verdades, con cabeza fría y con firmeza, frente a lo que mueven ese vecino y muchos colombianos, jugando en ambas canchas.