Colombia ingresó a la era de los vehículos aéreos no tripulados, propulsados por motor de explosión y reacción. Unos, dirigidos a control remoto; otros, sostenibles en vuelo, mediante planes previamente programados con apoyo satelital y cámaras de video y foto-sensible. Con fuentes de energía, entre ellas la solar, estas aeronaves ponen a pensar cómo se utilizarán, quién lo hará, y cómo se reglamentará su uso. Son los llamados Drones, empleados en desarrollo geológico, en exploración y explotación petrolera y minera, además de investigaciones hidrológicas, agrícolas y planificación urbana, que realizan desde la década de los 90, Estados Unidos, Europa y países de Medio Oriente.
Centros de desarrollo social y económico en el mundo los sugieren para concentraciones de gente en manifestaciones, conciertos al aire libre, eventos deportivos y caminatas recreativas por playas, bosques y montañas. Ese es el lado bueno. Previenen incendios y accidentes y son apoyo de información visual, al producirse fenómenos naturales. Su utilización depende del objetivo para el cual se destina. Fueron creados para guerra y espionaje. La pregunta está abierta para fuerzas del Estado y particulares. ¿Más allá de la seguridad, cómo quedará la privacidad? El interrogante cobra vigencia en este país, donde crecieron las infiltraciones o ´chuzadas´ ampliamente conocidas. Los Drones están en manos militares y de Policía, destinatarios para quienes se crearon. La historia da cuenta que fueron empleados en las guerras del Golfo Pérsico, Irak, Afganistán, Yemen y Pakistán.
Las ofertas de los fabricantes llegaron primero al país, que las firmas de los TLC. Los concesionarios internacionales proponen alianzas público-privadas, para hacer plantas productoras. Brasil ya está en la fabricación. La Corporación Aeronáutica Colombiana está en la construcción de su primer modelo Dron. Esta tecnología despierta temores por el uso que pueda tener, dadas las distintas aplicaciones para espionaje con imagen y sonido. Son regalos no muy bien recibidos, que nos envía la ingeniería informática para el comercio globalizado. Todo lo que vimos en cine de ficción, ya lo tenemos en la realidad. Y es negocio mundial.
Los Drones contribuyen a reducir costos en investigación y análisis de agricultura, desarrollo urbano y preservación ambiental, pero se requiere es discutir la reglamentación para utilizarlos en qué y en manos de quién. La prevención ciudadana con los Drones es válida, porque en el país, la corrupción se multiplica en Estado y sector privado. Siempre a la caza de negocios, prebendas y trabajos oscuros por encargo.
Si por abajo acechan los Hacker informáticos, ahora por encima, tenemos los Drones, llamados por los israelíes ´Ojos de águila´ utilizados en su conflicto con Palestina.