Juan Alvaro Castellanos | El Nuevo Siglo
Jueves, 16 de Abril de 2015

LA OTRA CARA

Las cumbres

Colombia  izó la bandera de la  paz ante el continente en la Cumbre de las Américas de Panamá, al precisar el contenido de las negociaciones en La Habana y la tendencia  de la agenda, en aplicación de Justicia sin impunidad reparación a víctimas y primeros pasos para eventual posconflicto, entre otros.

Marcó diferencia frente a vecinos como Venezuela y Ecuador que, navegan  en conflictos similares, a lo que fueron viejas dictaduras latinoamericanas, con censura de prensa y criterio impositivo sobre sus pueblos.

Ahora se impone la tonalidad didáctica en lo crucial. Es el camino indicado al aproximarse el cierre de la negociación de paz. El presidente Santos, lo siguió, así su estilo de gobernar guste a unos y a otros no, hay que señalar que tuvo más respuesta continental alrededor del proceso, que requiere otros ojos vigilantes sobre el posible acuerdo. El respaldo de gobernantes y delegados de 26 países contribuye a encender  luces para ver lo que se apruebe para cumplimiento serio y firme de las partes. De resto, la Cumbre ratificó que el vértice actual de América, en lo político, lo hacen  Estados Unidos y Cuba. Solo por eso fue histórica.

Todo estaba cantado, como la exigencia a Venezuela para que respete los derechos humanos y no exagere la prevención que tiene con quienes piensan distinto a su tesis gubernamental. Ganó puntaje y sumó solidaridad, la carta abierta de expresidentes latinoamericanos, pidiendo liberación de opositores calificados de golpistas.    

Las cumbres son espectáculo de sala, con flores, banderas, y saludos de formalismo. A cambio de estos sainetes se abren paso encuentros bilaterales públicos, como el Obama-Castro, que fue lo mejor.

Después de 7 cumbres, se  concluye que son promesas con pálido reflejo de intenciones.  Los mandatarios  “echan su cuento”,  hacen declaraciones de prensa y  firman declaración conjunta para archivo de cancillerías. Esta vez no hubo.

Destacable la convocatoria del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Su presidente, el colombiano Luís Alberto Moreno, pidió acelerar comercio regional acorde con vocación productiva de cada país, para no depender solo de importaciones desde grandes potencias, y así, enfrentar bajonazos económicos mundiales. Subrayó que Latinoamérica está desequilibrada y atrasada, en producción y comercio. En otro ángulo, quedó claro que duerme  la OEA y politiquea Unasur.

Los encuentros bilaterales directos aportan más, porque comprometen cara a cara. Inclusive con  video-conferencia. La escritora cubana Yoani Sánchez, residente en Miami, precisó: “La tecnología  encontró nuestra voz”. Lo mismo sería remplazar las desgastadas Asambleas y Congresos en Colombia. Las propuestas de salón dejan resultados volando.

juanalcas@yahoo.com