JUAN ÁLVARO CASTELLANOS | El Nuevo Siglo
Jueves, 6 de Diciembre de 2012

Carameleo

 

No  están muy convencidos en San Andrés de que habrá pronta recuperación, después de los anuncios oficiales, tendientes a ejecutar el Plan de Reivindicación, con desarrollo económico y social para sus 75 mil residentes, incluidas Providencia y Santa Catalina.

Sin desconocer el interés del Gobierno Nacional, al hacer presencia en las islas, antes de conocerse el fallo de la Corte de La Haya, hay  reservas, atribuidas a la cadena de trámites y paso lento que caracterizan  procedimientos oficiales, para que decretos y disposiciones  pasen de las palabras a los hechos.

No es solo Gobernación y Asamblea Departamental, sino la ciudadanía en general, quienes esperan participar en la definición de las bases  para estructurar el Plan, con aportes prometidos por 170 mil millones de destinación de nacional.

Desde 1991, cuando se consolidó como departamento colombiano, aparecieron supuestos gestores de proyectos, en distintas épocas, que no son otra cosa que motores del oportunismo, con política y negocios, a la caza de partidas financieras.

La recuperación debe comenzar de inmediato y en renglones que los raizales conocen mejor, que quienes desde el interior del país, llegan a la isla para decirles que hay que hacer.

Es una vieja práctica con sabor a corrupción, que se repite en las regiones, y se origina en principales ciudades del país, cuando gobiernos nacionales abren  los ojos para atender algo urgente en un lugar específico.

San Andrés levantará cabeza, si el Gobierno Nacional respeta diversas estrategias creadas por los habitantes del archipiélago.

Los isleños temen a los mañosos estudios de factibilidad que asoman como  necesidad, cuando se piensa en grande.                                                   

Si es buena la inversión extranjera, es momento para orientarla a pequeña y mediana empresa pesquera. Abundan ofertas, dicen sus residentes.

El procesamiento de productos  alimenticios de mar entraría en firme a la exportación para Centro y Suramérica.

Productos para la salud, tomados de riqueza marina, con fórmulas de aprobación mundial, tendrían en las islas poder comercial, de acuerdo con estudios realizados por empresa privada.

Son elementos para nuevo aire económico, sin dependencia solo de hotelería, turismo y contrabando.  

No quedarían al margen, actividades culturales presentables en escenarios  internacionales, junto con deportes náuticos de competencia, incluidas escuelas de formación especializada.

Todo está en bandeja, para que el país se recupere del más duro golpe sufrido este año. El Plan anunciado se está enfriando.

Carameleo, -expresión popular- que significa no hacer nada y entretener, será símbolo de corrupción y desgreño, de fracasar lo prometido. 

San Andrés está entre quedarse como Departamento que debe ser, o irse como Estado Autónomo asociado a Colombia. La idea está caminando.