Encrucijada
En Colombia todos los ciudadanos tienen su propia tesis sobre lo sucedido con el fallo de la Corte de La Haya. Parte de esas expresiones, nacen de la ignorancia sobre el tema y otras, del nacionalismo pasional despertado. En círculos cerrados se revelan movimientos en el trasfondo de Nicaragua. Son relatos con algo de ficción, que pueden estar muy cerca de la realidad.
Cuanto más tiempo pasa Colombia, buscando fórmulas jurídicas y políticas para desenredar la situación con Nicaragua, con “prudencia y respeto”, como lo afirmó el presidente Santos, tanto más aumenta dolor y cúmulo de presunciones.
Lo que dice la gente de todos los estratos socioeconómicos, es que hay responsables, junto a una presunta acción de fuerzas ocultas del exterior que rondan escenarios en discusión y lo hacen como negocio. Debe ser materia para que el Gobierno despeje de manera didáctica, el ambiente enrarecido por suposiciones lanzadas de manera acalorada, por no pocos ciudadanos.
Fuentes de entero crédito que, por razones profesionales, se movilizan por Centroamérica, sostienen que fue intensa la presencia en Nicaragua, de ejecutivos de reconocidas transnacionales petroleras, el año pasado y parte de 2012. Válido presumir que estuvieron en el libre derecho para hacer exploraciones dentro de su propio territorio. Otra cosa es que se compruebe que esas visitas tenían doble intención. Buscar crudo en tierra y, meter mano al mar para explorar petróleo, y lo encontraron hace rato, en aguas colombianas, con la disculpa de que se trataba de investigaciones marinas.
Los negocios internacionales no tienen fronteras, ni banderas, más ahora que vive su plenitud, el mundo de la tecnología.
Lo menos que se podía esperar era la presencia de la ministra Holguín, en Managua, en la OEA y en la ONU. Ojalá con equipo de expertos, como verdaderos asesores.
En el no muy sincero mundo diplomático, reiteran que las relaciones de hoy, entre países, son directas y sin argumentos eufemísticos.
El país no conoció a los abogados internacionales contratados por Colombia, para el manejo del diferendo en La Haya. Nadie les vio la cara.
No es secreto que en el derecho mundial, también navegan mafias de cuello blanco, al servicio de emblemas económicos de poder.
Las soluciones en favor de San Andrés no deben prolongarse. Si hay condiciones económicas en el país, es para hacer ya, el arranque del -Plan San Andrés-, sin dejarlo recalentar. Son 75 mil habitantes.
El rumbo es levantar la industria pesquera en todos sus niveles, al lado de hotelería y turismo en el archipiélago. La encrucijada, impone creatividad y sensatez, sin patrioterismo y al grano.