JUAN ÁLVARO CASTELLANOS | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Noviembre de 2012

Detrás de indicadores

 

Está  confirmada la relevante posición económica de Colombia en Latinoamérica, con crecimiento para el último trimestre del año que termina, y aumento de inversión extranjera que alcanza 7 mil millones de dólares.

Son elementos destacados por una decena de inversionistas, entre quienes se cuenta a algunos de los más ricos del mundo, reunidos  en Cartagena con el presidente Santos. La reunión dejó expectativas en negocios, y espuma de celebración en Gobierno. En la ciudadanía prevalecen serias preocupaciones. 

Todos anticiparon aumento en participación financiera  y confianza en el país, dicen las fuentes cercanas a esa reunión privada, en la que los empresarios auguraron lo mejor, en las negociaciones de paz.

Es una buena cara, con cifras de Cepal, en inversión, producción, comercio y servicios, trimestre a trimestre. Demuestran que Colombia está mejor en inversión extranjera, que en crecimiento económico. Los empresarios mantienen interrogantes sobre seguridad de esas inversiones, para los próximos 15 años. Preguntan qué tan estables son las decisiones que amparan capitales extranjeros.

Están atentos a la suerte de - Cerro Matoso- de inversión inglesa, uno de los centros mineros más antiguos en territorio nacional. Esperan claridad hacia el futuro, con la política minera, ante la arremetida de los ilegales.

Petróleo, minería, energía, telecomunicaciones, ingeniería, banca, comercio y hotelería, son sectores donde pesa con  fuerza, la inversión extranjera.    

El Gobierno les ha prometido seguridad y protección,  a partir de principios constitucionales, y decisiones económicas, con su respectiva defensa en el Legislativo.

Estaría mejor, si se ofrecen buenas condiciones a inversionistas en áreas productivas,  que generen empleo estable y desarrollo social, con modelos de capital mixto, mediante alianzas público-privadas. Lo ratificó el Foro de la Competitividad en Cali, al vincularse EE.UU. a pequeña y mediana empresa, con financiación y creación de un centro de capacitación y producción en Agua Blanca. 

La empresa privada calcula en 35 por ciento, el descenso en producción.  Hay industrias nacionales dedicadas solo a envase, empaque, embalaje y distribución de productos importados.  Y se están disparando los precios al consumidor, incluida la canasta familiar.

Es preocupante una deuda de más de 1 billón de pesos, de entidades de salud del Estado, a la Red Hospitalaria Nacional.

Ya Gobierno y empresa privada deberían emprender un plan con las transnacionales, para ensamblaje de automotores eléctricos  en el país. Es la tecnología mundial del momento. En lugar de esperar a que lleguen.

Colombia adormece cuando su economía pinta bien. La otra cara es empujar desarrollo industrial, con creatividad prospectiva y beneficio para todos. Detrás de los indicadores se duerme en los laureles.