Las reales implicaciones de lo de OECD
A la invitación de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), club de las economías mas desarrolladas y avanzadas del mundo, se han sucedido distintos tipos de interpretaciones, la mayoría de las cuales simplistas o equivocadas.
De un lado la posición ignorante de quienes ya se sienten con una economía comparable a la de EE.UU. o Alemania. Según estas personas Colombia ya está en un club de ricos. A estas personas vale decirles que lo único que ha sucedido es una invitación a que en un período de dos o tres años cumplamos con una serie de requisitos para, de cumplirlos, efectivamente ser parte del grupo de OECD.
Otros han interpretado este hecho como la oportunidad para que diseñemos mejores políticas públicas o la prueba de que tenemos estas buenas prácticas de gestión pública. A ellos vale decirles, que la invitación de la OECD no significa que seamos ejemplo para el mundo en esta materia. Pero por otro lado es triste pensar que necesitamos una invitación a 3 años de la OECD para mejorar en nuestra gestión pública. En esto último no podemos perder un segundo más y se hace indispensable un conjunto de ajustes que nos permitan mejorar la forma como se administra el Gobierno y el Estado.
Finalmente otros creen que esta invitación ya garantiza que al cabo de algunos años habrá un mejoramiento, casi como por arte de magia, de todos nuestros problemas y preocupaciones. La verdad dista de esta realidad. Sin duda habremos de mejorar en muchos asuntos de gestión y política pública, pero ello es indispensable construirlo con acciones concretas por parte de un Gobierno, del que se espera más ejecución de tanto proyecto de ley, perfecto en el papel, pero que cuesta trabajo convertirlo en realidad.
Ser invitado a demostrar resultados para en 3 años llegar a la OECD es una linda oportunidad para tener miradas externas y para demostrarle al mundo lo mucho que ha avanzado el país, pero al mismo tiempo es la oportunidad para consistentemente hacer una mejor gestión pública en frentes como la educación, el desarrollo científico y tecnológico, la innovación empresarial, la infraestructura, la generación de empleo, la recaudación de impuestos, el diseño fiscal, la eliminación de la corrupción, la regulación moderna, entre otros temas.
Así pues, la noticia de la OECD es una gran posibilidad para contribuir a que el país siga una senda de crecimiento sostenible y estructural que aproveche la oportunidad que tanto tiempo hemos reclamado en la humanidad. Sin embargo, el éxito de la invitación depende de lo que seamos capaces de construir a continuación.
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De postre
Entre infantil e insensata la posición de Venezuela sobre la visita de Capriles o el apoyo en asesoría por parte de OTAN. La lección para el Gobierno nacional es: “Cría cuervos y ellos te sacarán los ojos”. Esperemos que esto permita reorientar la estrategia de relaciones internacionales con un gobierno como el de Maduro.