Dos noticias económicas
Estamos en medio del alborozo y alegría por la canonización de la primera santa colombiana, la Madre Laura, y con la satisfacción que dicha noticia trae a cualquier compatriota, independiente de su confesión religiosa, por el justo reconocimiento a un ser humano que entregó su vida a la educación y a los más necesitados. Hoy más que nunca esperamos seres humanos que como ella, se sacrifiquen en su vida por el bien común de la sociedad y en especial de los menos favorecidos o marginados. En positivo la santa Laura ha logrado reconocimiento en amigos y enemigos de su confesión religiosa, y se convierte en un ejemplo de un ser humano que nos invita a caminar sin odios ni rencores por la paz, superando la diferencia y construyendo un país distinto.
En este escenario de alegría hemos recibido noticias positivas e inquietantes en materia de economía. De un lado los ingentes esfuerzos del Gobierno nacional por reducir la tasa de desempleo (que sigue siendo muy alta en el concierto de América Latina) y los preocupantes resultados en materia de exportaciones del país durante el primer trimestre del año.
En el asunto de empleo, debemos reconocer que ha habido varios mecanismos propuestos por el Ministro de Trabajo y sus colegas para generar oportunidades laborales en el país. Sumamos la nueva ley de formalización de empleo, la reforma tributaria (que más pareció una Reforma Laboral), la propuesta PIPE (Plan de Impulso a la Productividad Empresarial), el borrador de reforma pensional y más recientemente el sistema de información al empleo. Estas iniciativas, que no son pocas, han permitido que el país baje la tasa de desempleo y nos ha ubicado en uno de los países que más empleo han creado recientemente en la región.
Mientras tanto en materia de exportaciones recibimos la noticia, no tan afortunada, de que se habían reducido en el mes de marzo en un 20%. Dicho resultado se suma a la caída en febrero (de más de un 6%), que indica una preocupación respecto al ingreso de divisas del país y al lento comportamiento de una fuente importante del crecimiento del PIB para el esperado año 2013.
Ambas noticias nos invitan a seguir prendiendo alarmas sobre el comportamiento de la economía. La primera porque si bien el resultado es positivo, seguimos constatando un crecimiento en las tasas de informalidad y en el subempleo. La segunda por cuanto vemos que el sector relacionado con el carbón no ha superado aún la crisis de los primeros meses del año y por cuanto una razón clave de menos exportaciones es el comportamiento de la industria. Seguimos paralizados en el sector industrial y aún no vemos la luz al final del túnel.
El país necesita alimentar el optimismo que vive, pero debe hacerlo con acciones urgentes y concretas del Gobierno, para superar temas que se han vuelto estructurales como los altos costos industriales, la tasa de cambio y la baja productividad.