“La bicicleta estática monetaria”
“Mientras las tasas de intervención del Banco Central han bajado, las comerciales vienen subiendo”
Desde hace varios meses la Junta Directiva del Banco de la República viene desarrollando en Colombia una política monetaria expansionista, por la vía de una reducción en la tasa interbancaria o de intervención. Dicha medida viene presionada acertadamente por el Gobierno Nacional derivada de la preocupación legítima por el crecimiento de la economía. La presunción es que al reducir la tasa de intervención se motivará el consumo y demanda de las empresas y familias y con ello aumentará el crecimiento del PIB.
Lo primero a decir es que es claramente acertado del Banco Central propiciar estos ajustes a la tasa de interés de intervención y señalar que aún existe margen para seguir bajando. Vale decir que la crítica situación de la economía y, en particular de la industria nacional, reclaman medidas mucho más agresivas y poderosas para reactivar el buen curso de la economía como la de los años 2010 y 2011.
Por ello bien vale la pena alabar las decisiones que se han tomado. Y vale decir también que entre la tasa de intervención y la inflación aún existen más de 200 puntos básicos, lo que da aún margen de maniobra para seguir reduciendo (de hecho en naciones vecinas y en el pasado en Colombia hemos tenido diferencias menores).
Sin embargo, lo segundo a decir es que a pesar de las reducciones y dado el comportamiento de la economía hasta el momento, preocupa que pareciera no funcionaran adecuadamente los canales de transmisión de la tasa de intervención a las tasas comerciales o que llegan al consumidor final. La preocupación es que, como en una bicicleta estática, sigamos bajando la tasa de intervención sin realmente motivar una reducción en las tasas de mercado por parte del sistema financiero.
El Diario LR demostraba recientemente que mientras las tasas de intervención del Banco Central han bajado desde septiembre de 2012, las tasas comerciales vienen por el contrario subiendo. Esta situación se ha explicado de dos maneras: una hipótesis que afirma que las tasas comerciales no tienen relación con las de intervención y responden a criterios distintos (más de mercado) y otra que afirma que estadísticamente hablando el impacto se demora en actuar.
A la luz de ambas razones, el efecto inmediato puede ser que estemos aumentando los márgenes de intermediación a favor de la Banca por cuenta de la aplicación de una política macroeconómica. Situación ésta que sería el menos esperado de los escenarios. Algunos incluso han hablado de una tercera razón y es que estamos en lo que Keynes llamó la trampa de la liquidez (en la que la política monetaria expansionista se vuelve ineficaz).
Sea cual sea la razón, lo que esto amerita es un trabajo por parte del Gobierno en conjunto con la Banca Comercial para agilizar el impacto de sus medidas. De no hacerlo puede empezar a desvirtuarse el sentido de las medidas que por buen camino ha tomado la Junta del Banco.
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