“Un Papa sobresaliente”
“Humildes y marginados serán prioritarios en su pontificado”
Y empezó, luego de un relativamente sencillo Cónclave en el Vaticano, el Pontificado de Francisco. Su llegada ha causado impresión, tanto en el catolicismo, como en aquellas personas que sin profesar esta religión, encuentran en el nuevo Papa un líder distinto y un pastor muy particular. Se trata de un ser humano que en sus actuaciones y palabras ha mostrado el maravilloso don de la humildad, asunto que es raro encontrar en cabezas de Estado, y personas representativas de la sociedad.
Aparte de lo anterior, la elección de Francisco muestra la rareza del primer Papa Latinoamericano y del primero que pertenece a la Compañía de Jesús. El Papa representa el grupo poblacional más grande de la iglesia católica, pero además a una región en donde conviven problemas de riqueza y pobreza. Por esto no son raras las expresiones recurrentes de que su poder y pontificado tendrá a estas personas más humildes y marginadas como prioritarias. El mensaje no puede ser más contundente: cruz de bronce en lugar de la de oro, recibir bendiciones y oraciones y no sólo darlas, no aceptar privilegios tradicionalmente entregados al Pontífice, y hacer invitaciones permanentes a la oración en el servicio a los más necesitados.
Todos estos hechos hacen pensar que estamos frente a un Papa que no pasará como uno más en la lista, sino que se convertirá sin duda alguna en líder espiritual y social de la humanidad. No es extraño entonces que diariamente los medios de comunicación le dediquen páginas a sus opiniones y expresiones públicas. Esto reitera una vez más el poder de su pontificado y la fuerza con la que inicia.
Ante semejante arranque no se hicieron esperar las críticas y descalificaciones, en donde escarbando donde no hay, se encuentran con un supuesto apoyo a la dictadura en Argentina. Todo ya ha sido demostrado que no es cierto, pero confirma el afán de descalificación por parte de los contradictores de un Papa que será difícil de criticar. Lo anterior se complica más por cuanto el Papa ha demostrado una posición dura de rechazo a los líos de apoyo a la pedofilia, los llamados Vatileaks, o los escándalos de la banca Vaticana.
En el caso colombiano, los editorialistas de opinión de marras, enemigos del Papado, no demoraron en argumentar en igual forma, pero con una pobreza superior. Pretenden los críticos que Francisco apoye el aborto, promueva el matrimonio y la adopción de niños en parejas homosexuales y salga a respaldar la eutanasia. Aducen estos editorialistas, que al no hacerlo es un Papa del pasado.
Quienes así piensan están en el lugar equivocado. Se les olvida que Francisco es el papa de una iglesia que en la humanidad defiende la vida por encima de la cultura de la muerte y protege la Familia como célula básica de la sociedad. Si ellos esperan un Papa que piense distinto, creo que se habrán de esperar siglos enteros y nunca tendrán respuesta a sus intereses.