COSAS QUE PASAN
Los nombres de la paz (relato)
Cierto día a comienzos de enero de 1999 hicieron un concurso promocional para premiar a quien identificara a cinco o seis de entre los muchos ciudadanos colombianos que pública o privadamente estuvieran trabajando por la paz en la medida de sus posibilidades, y cuyos nombres de pila o de combate, sumaran solamente veinte letras, y que fueran comandantes o líderes de fuerzas armadas o desarmadas.
Resultó ganador el concursante que propuso los siguientes nombres:
Andrés Pastrana Arango Manuel Marulanda Vélez
Víctor Ricardo Piñeros Gabriel García Márquez
Roso José Serrano Cadena (S y R, licencia).
Después, varias personas dijeron que la curiosidad de que casi todos los principales ciudadanos protagonistas del proceso de paz iniciado en Colombia, tuvieran nombres de sólo veinte letras, era producto de la casualidad. Otras personas pensaron que, dadas las calidades y las jerarquías de los protagonistas principales, eso no podría ser obra de la simple casualidad, sino más bien de los astros que determinan algunos aconteceres del planeta tierra. Pero muchos otros, la mayoría de los que tenían fe, creyeron que esas podían ser cosas providenciales.
En fin, todos podemos elevar o degradar los nombres, los hechos y las cosas, según el cristal o la mezquindad que usemos para mirarlas. Pero también podemos rechazar el pensamiento de los mezquinos y volvernos solidarios en la creación de un hecho objetivo y sublime que -en toda la historia del hombre- ha sido anterior y posterior, y siempre superior a las ideologías y a todas las guerras justas o injustas: la paz.
Ahora, al final de este año dos mil catorce, cuando estamos ante un nuevo y avanzado proceso de paz; con dos licencias literarias consistentes en quitarle el innecesario Juan al nombre del Presidente de la República y también cuatro letras innecesarias al jefe de los negociadores oficiales encontramos que cinco líderes del actual -que esperamos sea el último proceso-, también tienen nombres de solamente veinte letras, como puede verse en el siguiente cuadro:
Manuel Santos Calderón Rodrigo Granda Escobar (el canciller de las Farc)
Humberto Calle Lombana Antonio Muñoz Lascarro (Pastor Alape)
Óscar Naranjo Trujillo
Lucía Jaramillo Ayerbe
Lástima que el nombre de Enrique Santos Calderón, gran promotor de paz en nuestro país, tenga veinte letras más una.
¡La historia lo dirá todo! Especialmente dirá esa historia, con absoluta verdad, que un Manuel con primitivas y discutibles razones, inició el conflicto, y que cincuenta años después, otro Manuel, con el respaldo mayoritario del pueblo, es decir, en democracia y con diálogo, logró finalizarlo. De no ocurrir así, seguramente estaríamos abocados a otros cincuenta años de una guerra estúpida entre hermanos de una misma patria. Habrían triunfado los mezquinos.