JOSÉ E. MOSQUERA BERRÍO* | El Nuevo Siglo
Viernes, 20 de Septiembre de 2013

Urge un cambio de rumbo

 

Las 32 Corporaciones Autónomas Regionales desde la reforma del SINA con la Ley 99 de 1993 no han estado exentas de los escándalos de corrupción, clientelismo, excesivas cargas burocráticas y maniobras oscuras. Instituciones que desde su origen han tenido misiones administrativas diferentes en materia de políticas de desarrollo regional y entre ellas de juez y parte en la política ambiental.

 

Más allá de estos señalamientos, que empañan el buen gobierno de algunas de ellas, han tenido logros y avances importantes. Es el caso de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Chocó -Codechocó-, institución que urge un cambio estructural en su rumbo frente a los alarmante niveles de destrucción de las cuencas hidrográficas y de los ecosistema por la minería en la región. Codechocó es una Corporación que requiere nueva arquitectura administrativa porque no ejerceun verdadero rol de autoridad ambiental en la región, como tampoco ha logrado un posicionamiento geopolítico del Chocó en materia ambiental y de conservación de la biodiversidad en Colombia.

 

De allí que uno de los retos que tiene que afrontar con la elección de un nuevo director en los próximos días, tras la anulación de la elección del actual director, Fernelix Valencia Chaverra, por el Consejo de Estado, es un revolcón administrativo que cambie su rumbo.

Lo que ocurre en Codechocó como en otras Corporaciones Regionales es una falta de coherencia en sus políticas ambientales. Ahora la descomposición administrativa no es un asunto exclusivo de la CAR del Chocó, sino una cuestión que hace parte de la epidemia de corruptela que corroe a las instituciones públicas en Colombia.

En el Chocó como en el resto del país, la clase política está seriamente cuestionada, pero como en otros departamentos encontramos funcionarios honestos y deshonestos, al igual que profesionales probos con excelentes formaciones académicas y capacidades para administrar con eficiencia y transparencia instituciones del Estado.

Es el caso del ingeniero agrónomo Teófilo Cuesta Borja, graduadoen la Universidad Earth de Costa Rica, Especialista en Gestión Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia; Magíster en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Universidad de Manizales y estudiante de Doctorado en Desarrollo Regional en Atlantic International University  en Hawaii-E.U.  Adicionalmente ha realizado estudios complementarios en diversas áreas en la Polytechnic State University-CalPoly, E.U., la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Nacional de Colombia, el Centro Regional de Estudios en Economía Ecológica en Costa Rica y en el INPA en Brasil.

Ha sido profesor y coordinador del programa de Ingeniería Agroforestal de la Universidad Nacional sede Arauca, profesor de la Universidad Lasallista, docente y director del Departamento de Ingeniería Agroforestal de la Universidad del Chocó, secretario de Agricultura del Chocó y subdirector de investigaciones del Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico-IIAP.

De los aspirantes a la dirección de Codechocó, Cuesta es la figura más idónea para darle un nuevo viraje institucional por su formación académica, su trayectoria profesional, su visión de los problemas ambientales del país, y desde luego, por la independencia que ha tenido frente a los poderes regionales. Tengo la convicción de que este hombre de origen liberal tiene la formación y el liderato para cambiar el rumbo a Codechocó.

jemosquera@une.net.co

*Periodista