JOSÉ E. MOSQUERA | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Febrero de 2013

Ola de separatismos

 

Mal contados existen alrededor de 60 conflictos separatistas en el mundo, unos por motivos tribales, lingüísticos, étnicos y religiosos, otros por discriminaciones y marginaciones en los repartos de los poderes políticos; otros por inequidad en la distribución de las riquezas y los usufructos nacionales de las explotaciones de los recursos naturales y algunos por razones nacionalistas e intereses económicos, geopolíticos y geoestratégicos de grupos de ciudadanos inconformes, de ciertas potencias y empresas multinacionales.

La mayoría de las rebeliones separatistas se concentran en África, Asia, Europa y en menor intensidad en América. Unos son alzamientos pacíficos y otros armados; algunos son señalados como eslabones del terrorismo. En nuestro continente uno de los casos más relevantes es el de Quebec en Canadá. En Europa, España afronta movimientos separatistas del País Vasco, Cataluña y Andalucía. Francia, aún tiene problemas separatistas en Córcega.

Inglaterra encara deseos independentistas de Escocia, que el próximo año acudirá a un referéndum sobre su separación de Londres. Rumania sortea el movimiento separatista de la minoría húngara en la región de Transilvania. En Bélgica los flamencos exigen autonomía y en Moldavia la región de Dniéster pide a gritos su independencia.

En Asia, China confronta una ola de separatismos en el Tíbet, Xinjiangy de los Uigur. Pakistán enfrenta agitaciones separatistas enCachemira y Beluchistán.India combate brotes secesionistas en Misorata,Assan, Nagaland y Cachemira. Indonesia lidia con reclamaciones independentistas en  Aceh y Papúa Oriental, Tailandia sortea las luchas  separatistas de las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat. Entre tanto, Turquía encara con crudeza el movimiento separatista de los kurdos y Tayikistán trata de apaciguar los brotes secesionistas en la provincia de Gorno-Badakhshán.

La desintegración de la URSS desencadenó el resurgimiento de varios movimientos separatistas que el régimen socialista había proscrito, pero luego de su caída se revivieron. Por eso en Rusia las regiones de Chechenia e Ingushetia se rebelaron buscando su autodeterminación. Idéntica situación se vive en Georgia, donde los territorios de Abjasia, dominados por una mayoría musulmana desean su anexión a Rusia y los de Osetia del sur su anexión a Osetia del Norte, amén de otros separatismos que han surgido en otras ex repúblicas soviéticas.

En África existen más de 25 movimientos separatistas, entre los cuales, las luchas secesionistas de los Tuareg en Malí y en Níger,  el de los Diola en Senegal y el del Sahara Occidental que pide a Marruecos la independencia su región norte. Igualmente se presentan problemas secesionistas en Mauritania, Argelia, Sudán, Sierra Leona, Angola, Kenia, Somalia, Togo, Ruanda, Congo, Uganda, Etiopia, Burundi, Liberia, Mauritania y  Nigeria, entre otros.

En África las fiebres separatistas tienen multiplicidades de causas, unas relacionadas con la manera como las potencias coloniales delimitaron sus dominios, unificando territorialmente a tribus que habían tenido ancestrales disputas.

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