NO ES CÁTEDRA
Pedagogía sexual
EL SEXO ahora se aprende no solamente en la casa, la escuela y el colegio, sino en la radio, el cine, la televisión, las revistas, los periódicos, la internet -donde abundan comentarios, recomendaciones y videos discutibles-, en la propaganda.
Hace lustros enseñaban que los adolescentes deben ser castos, abstenerse de actos sexuales hasta el matrimonio con el fin de procrear, que la masturbación es abominable, el homosexualismo perverso, el uso de anticonceptivos inmoral y todo lo anterior pecado mortal, conceptos desuetos frente al libre albedrío, el reconocimiento de la sexualidad, el desarrollo autónomo de la personalidad y el respeto por las preferencias de cada quien.
Cuando se habla de pedagogía sexual para los niños con la colaboración de padres y maestros, se busca explicar diferencias anatómicas, la concepción, la conformación de la familia incluyendo estructuras recientes, se quiere prevenir abusos, violaciones, trata infantil, que no se deformen los fundamentos de la vida ni del amor. Es pedagogía clave, lo reconoce la reciente sentencia de la Corte Constitucional con la anotación de que no se trata de establecer una cátedra, sino de garantizar, sin hipocresía, en los niños de preescolar y escolar el conocimiento de un proceso inherente al ser humano, que se extiende desde el nacimiento hasta la muerte.
En bachillerato soslayar el asunto es insensato, los programas deben conducir a aspectos relativos al embarazo, el uso de preservativos, la dignidad de las relaciones, la prevención de enfermedades y la madurez sexual.
A nivel universitario la pedagogía es difícil, se convierte en debate, los estudiantes son expertos en sexo, en la teoría y en la práctica, nada es tabú. Los jóvenes trabajadores y desempleados igual hacen el amor en ejercicio pleno de su sexualidad. Está bien reflexionar sobre su comportamiento derechos y deberes. ¿Cómo se aplica la pedagogía para unos y otros?
El sexo es arte. Cuando le preguntaron a Pablo Picasso acerca de la diferencia entre arte y erotismo, su respuesta fue: “Pero si son la misma cosa”. La mente y los sentidos son eróticos. La virginidad era virtud, ahora anomalía, la sexualidad deficiente tiene que ver con el subdesarrollo.
Sin embargo, urge precisar más el tema, hay planteamientos encontrados, los profesores discrepan y el Estado no puede intervenir en la vida íntima. La Iglesia Católica lo analiza de forma tradicional, rectores lo hacen desde ángulos disimiles con argumentos interesantes y la pedagogía cambia en cada institución educativa según criterio e ideología.
Bienvenida la pedagogía sexual, pero concretemos ¿Cómo, por quiénes, con qué cubrimiento, sobre cuál esquema se aplica y se consolidará en el futuro?