JAIME PINZÓN LÓPEZ | El Nuevo Siglo
Miércoles, 14 de Mayo de 2014

LA NO APLICABILIDAD

¡Que participe el Congreso!

La  sentencia de La Haya sobre nuevos límites marinos, tal como está, es inaplicable. La Corte Constitucional Colombiana ha ratificado que ninguna providencia de Tribunal Internacional puede modificar la Constitución ni lo dispuesto por el artículo 101 de delimitación de fronteras.

Entonces tenemos que dialogar, no solamente con Nicaragua, sino con terceros Estados poseedores de legítimos derechos adquiridos mediante Tratados, que tampoco han sido derogados, para avanzar  en el desarrollo armónico de la geopolítica en el Océano Atlántico, imposible de concretar con base en las líneas dibujadas en diciembre de 2012 por la Corte Internacional de Justicia.

La determinación de no aplicabilidad, anunciada por el presidente Juan Manuel Santos, es necesario sustentarla y explicarla. La débil actitud de nuestra Cancillería debe cambiar. La premisa del secreto, la decisión de entregar soberanía a pedazos, la designación de agentes y abogados extranjeros costosos, para enfrentar las dos nuevas demandas de Nicaragua en La Haya, una de ellas nada menos que contentiva de la insólita pretensión de extender su plataforma continental a más de 200 millas, son opuestas a una política grande y atinada.

Sigo sin entender por qué el Congreso de la República no debate el tema. Los ciudadanos -con los compatriotas del archipiélago de San Andrés y Providencia a la cabeza- venimos solicitando el pronunciamiento de la rama legislativa del poder público, la cual está en mora de hacerlo, para actuar conjuntamente con el ejecutivo y la judicial, en el camino de asumir responsabilidades de ineludible cumplimiento.

En pocos días se efectuarán las elecciones presidenciales en primera vuelta en el territorio nacional y la ausencia de este tema, de vital trascendencia en la campaña, prueba la persistencia de errores protuberantes. A pesar de la sordina política reitero que es tiempo de adoptar trascendentales decisiones.

Hay un fallo en referencia a que el meridiano 82 no es límite marítimo, pero no obstante lo anterior el Tratado Esguerra-Bárcenas continúa vivo, es el mismo que ampara la soberanía colombiana, suscrito correctamente, según lo manifestó en su oportunidad la Corte de La Haya.

Colombia y Nicaragua deben  suscribir Convenios para salir de un problema susceptible de crecerse en cualquier momento y, eso, lo ha entendido hasta el propio presidente Daniel Ortega, del vecino país. La mala estrategia, la de meter la cabeza en la arena, al igual que el avestruz, es negativa e insensata. Y, hay quienes aconsejan su prolongación, con la cual nos declaramos en franco desacuerdo. El pronunciamiento del Congreso de la República resulta indispensable.