Kissinger y el orden mundial
COINCIDE la salida de Inglaterra de la Unión Europea con la publicación del libro Orden Mundial del ex secretario de Estado Henry Kissinger quien, a sus noventa y un abriles, reflexiona sobre el carácter de los países y el curso de la historia a partir del Tratado de Westfalia, suscrito después de la guerra de los treinta años que culminó en 1648, conflagración que mezcló disputas políticas y religiosas, durante la cual un cuarto de la población de Europa Central murió en combate, por enfermedad o hambre. Allí nació la idea del orden mundial pero éste jamás ha existido. La obra en español está disponible en las librerías.
Analiza Kissinger el camino recorrido para llegar a la confederación. Se trataba de proteger la unificación de Alemania, de establecer moneda común, -Inglaterra ha mantenido la libra esterlina- una estructura política formal, de proclamar la Europa Unida como potencia regional. La asociación ha luchado por resolver tensiones internas, adoptó posición ecuménica respecto de los movimientos separatistas (escoces, bávaro, catalán) y se concentró en el dinamismo del mercado pero se halla resquebrajada. Adopta medidas de emergencia para sobrevivir, los nacionalismos se pronuncian y los ciudadanos no poseen comprensión clara de las obligaciones de sus gobiernos. Europa se encuentra entre un pasado que pretende superar y un futuro indefinido.
El posible retiro de Inglaterra es un hecho, rompe el esquema de la organización, afecta el área económica, se extiende a la ideología. El esfuerzo iniciado por Konrand Adenauer en Alemania, Robert Shuman en Francia y Alcides de Gaspari en Italia, la formación en 1952 de la Comunidad del Carbón y el Acero, queda atrás; el poder de las naciones coaligadas, la propia Alianza del Atlántico, son blancos de la decisión inglesa. Occidente acusa sus repercusiones más allá de la fluctuación de los precios del dólar y petróleo.
Europa, “que hace menos de un siglo tenía casi el monopolio para diseñar el orden mundial corre peligro de escindirse durante su búsqueda.” La noticia puede extenderse a más retiros, sus repercusiones en el viejo continente y en el mundo son impredecibles. La Unión Europea tiene capacidad de maniobra, no obstante que la debilidad económica y las crisis recurrentes de ciertos países la limitan; se espera que la identidad política esté por encima de la decisión Inglesa y subsista el compromiso con la libertad y la democracia. Difícil el proceso de ajuste que también afectará a Colombia desde ángulos diversos, especialmente en el comercial donde quedan en interinidad tratados. Habrá que efectuar replanteamientos indispensables, inclusive es necesario revisar, como toca, lo relacionado con el proceso de paz.