JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR | El Nuevo Siglo
Jueves, 18 de Abril de 2013

Elecciones aleccionantes

 

El proceso electoral en la vecina República de Venezuela deja  muchas lecciones que debemos aprovechar  los latinoamericanos.  Se dieron unas elecciones con unos resultados que serán considerados ilegítimos y que pueden dividir hondamente la opinión pública venezolana, además de los disturbios y escenarios de violencia que ya se vienen desencadenando.

Es que uno de los contrincantes establece la razón que en antaño no fueran bien vistas las reelecciones presidenciales y que en muchas constituciones estuvieran prohibidas en forma inmediata o restringidas a una sola vez, tenía su razón de ser.  No se puede negar que quién está gobernando tiene una gran  fuerza mediática, aparece en todos los escenarios con todas las facilidades, goza de la ejecución presupuestal, de seguridad extrema, de un gran poder político, que  indiscutiblemente repercute en un desbalance a su favor frente a sus contrincantes.

América Latina entró en una época, donde la idea de la política la domina una especie de corriente que algunos llaman “salvadorismo”, caracterizada  por  una actitud y convencimiento  mesiánico de ciertos líderes, que creen que son indispensables para transformar la sociedad, que solo ellos son los llamados a hacerlo, al punto que pueden reformar y cambiar las instituciones para permanecer en el poder y perpetuarse en él. En Venezuela vimos cambiar su Constitución,  establecer la posibilidad de una  permanencia indefinida  en el mando;  negando todas las posibilidades para que existan otras  alternativas diferentes que las que muestra el equipo del gobernante. En el poder, su equipo al menos, desde hacía varios lustros; gana las elecciones por muy estrecho margen y siempre quedará la duda de si se ha utilizado su privilegio para asegurar  su precario triunfo electoral.

Ahora se comienzan a pagar las consecuencias. No está bien que alguien se quede mucho tiempo gobernando, decía el mismo Bolívar que tanto invocan.

Democracia es igualdad de oportunidades, alternatividad en el ejercicio del poder, es brindar alternativas a la población. Las dictaduras adquieren diversos ropajes y la más peligrosa es la que se esconde en la misma democracia.