NEGOCIO ILÍCITO
El delito conexo
Se armó el debate con ocasión de la declaración del Presidente de la Corte Suprema de Justicia, quien en un foro académico, sostuvo que el narcotráfico podría considerarse como delito conexo a los delitos políticos (rebelión, sedición y asonada), esto dentro del entorno del debate, seguramente para poder conceder amnistías o indultos a los cabecillas de la guerrilla de las Farc. Sin lugar a duda, esta posición tornaría el camino más expedido para poder avanzar en el tema de justicia en los diálogos de La Habana.
La reacción no se hizo esperar, por parte del Procurador y de los grupos políticos en oposición al Gobierno. El primero advirtió que el narcotráfico era delito conexo pero de los delitos de lesa humanidad que han cometido los grupos guerrilleros. Hasta voceros de organismos internacionales terciaron en el debate.
En el papel de arbitrar entre los dos criterios, diríamos que el elemento definitorio no puede ser otro que la atenta observación de la realidad colombiana.
El primer punto es considerar que la guerrilla de las Farc, si bien, alguna vez tuvieron propósitos políticos con su acción armada, y pretendían conseguir el poder por las armas para implantar modelos socialistas en Colombia, la verdad es que de ello ya distan muchas décadas. La realidad es que el ideal político guerrillero decayó y su accionar quedó totalmente vacío de contenido, para adentrarse en un negocio ilícito, de los más grandes de la región, que es el narcotráfico. El lucro que le ha proporcionado su despreciable actividad a la guerrilla ha servido para financiar todo su accionar delictivo y para cometer toda una serie de improperios, como ataques a población civil, reclutamiento de menores, lanzamiento de cilindros de gas a poblaciones vulnerables, secuestro, extorsión, abusos sexuales, etc. Los propósitos ya no son políticos, pareciera más bien que mantener su maquinaria criminal, que implica necesariamente una confrontación con el Estado colombiano, es lo que verdaderamente mueve todo su accionar delincuencial.
Siendo ello así, la pregunta sería ¿en qué contexto queda el delito de narcotráfico? Decir que es conexo de la rebelión como delito político sería tapar el Sol con las manos y desconocer la realidad colombiana; como debió decir un buen penalista, semejante conclusión es contraevidente.
El narcotráfico se ha convertido para la guerrilla de las Farc como el fin en sí mismo y en ese orden de ideas no es conexo de nada; es la actividad principal, la razón de ser de la guerrilla. Los demás son los conexos y son de lesa humanidad, pues le sirven a los guerrilleros para encubrir su accionar delictivo, para presentar una imagen de propósitos políticos que no existen y de una lucha armada que no persigue otra finalidad que defender sus territorios y su actividad criminal, que los convierte en la principal empresa del mal de nuestro país y les proporciona jugosos beneficios.