He insistido en que el tiempo en materia de paz es primordial. Frente al acuerdo firmado por el Gobierno nacional, he dicho que era fundamental involucrar a todos los sectores políticos y de opinión del país de tal forma que se tratase de una política de Estado, pues sin ello sería una política o programa de Gobierno. Hoy, vemos que el no haber incorporado a los distintos sectores en la negociación ha conllevado a grandes dificultades para lograr un acuerdo final, lo cual fue manifestado en la no aprobación por parte del pueblo colombiano al plebiscito convocado por el Gobierno. Ahora se pueden presentar nuevos obstáculos tanto en la prolongación del cese al fuego como en lograr mantener la confianza entre las partes durante una posible renegociación, involucrando en la misma las observaciones de los representantes del No, avalados por el Gobierno.
Y es que todos los días puede presentarse un acto nuevo contra el proceso de paz que van desde el acontecer diario y acciones en la vida de los colombianos como realidades en el mundo internacional. A propósito del mundo internacional, el pasado lunes se llevó a cabo un foro promovido por el ex jefe del gobierno español José María Aznar, con la participación de dos ex presidentes colombianos; los doctores Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana Arango, quienes en conjunto hicieron duras críticas a los acuerdos logrados en La Habana; señalando su profunda inconformidad con la justicia transicional pactada en el acuerdo, fundamentalmente en su integración, duración, conexidad del delito del narcotráfico al delito político, el establecimiento de penas y lugar de reclusión, entre otras, como a su independencia de la rama judicial; también sus puntos de desacuerdo con la designación de curules en el Congreso de la República y su desacuerdo con la solidaridad internacional al proceso de paz y los acuerdos de La Habana.
Las consecuencias de tratar en el exterior los temas de política interna no se hicieron esperar. Durante un almuerzo al que asistí el día de hoy, al comentar los asistentes al mismo, empresarios que pensaban viajar a nuestro país a realizar inversiones decían que lo mejor era congelar sus planes dado que en las declaraciones de los ex presidentes se veía que en Colombia podía haber inseguridad jurídica además de un posible cambio de normas tributarias. Qué perjuicio el que los mismos compatriotas estamos causando a nuestra patria. Por el bien del país, invito al Gobierno a que tramite rápidamente las observaciones al acuerdo de paz en La Habana, así como a los integrantes de las mesas creadas para que antes de criticar en el exterior, intenten lograr avances en los acuerdos en Colombia.