La ingeniería colombiana le ha prestado valiosísimos contribuciones al desarrollo del país. Sus actividades tienen que ver con la infraestructura física, su planeamiento, diseño y ejecución; carreteras, autopistas, túneles, ferrocarriles, puentes, viaductos, adecuación de tierras, puertos… En fin toda clase de obras en las que la idoneidad es indispensable.
Sin necesidad de remontarnos a las obras que se hicieron en la época de la Colonia bajo la tutela de los colonizadores españoles, como son las de Cartagena; puentes como el denominado “Puente de El Común” en las inmediaciones de Bogotá, hasta no hace mucho en servicio para la comunicación entre la capital y Chía; los caminos que hicieron realizables las comunicaciones entre todas las regiones del país, que fueron llamados “caminos reales”. Muchos de estos hoy son utilizados, pudiera decirse que artesanalmente frente al poderoso desarrollo de los procesos de construcción que le han dado a la ingeniería nuevos y mejores instrumentos de trabajo para formar y crear la infraestructura.
Los ingenieros nos sentimos orgullosos con las obras que han realizado nuestros antepasados y las que desarrollan nuestros contemporáneos, como los proyectos hidroeléctricos, entre otros. Planean y ejecutan los ingenieros con los conocimientos adquiridos en las universidades nacionales y también en las extranjeras, en disciplinas como hidráulica, electricidad, electrotecnia, transporte de energía, intercomunicación de todos los sistemas para llevar a intercambios provechosos. Han sido manifestaciones de la capacidad de la ingeniería nacional, en fin de su ingenio, pues a diferencia de otras lenguas, en castellano la palabra ingeniero viene del ejercicio inteligente del ingenio. Para aprovechar la energía potencial que está presente en el agua que circula por nuestras montañas; sus grandes caídas generan energía. Nuestras ciudades han sido escenario notable para el diseño y construcción de desarrollos de captación, tratamiento y suministro de agua, haciéndola apta para el consumo humano; así como la disposición de las aguas servidas por medio de alcantarillados, algunos de los cuales tienen sus ancestros en época de la Colonia. Los llamados Distritos de Riego han sido posibles gracias a la ingeniería nacional; así se han incorporado al proceso agrícola y ganadero respetables extensiones de tierra. Nuestras carreteras comunican son factores eficientes de intercambio de bienes y servicios dentro del territorio nacional. Son obras de la ingeniería colombiana.
Una enumeración incompleta de realizaciones de la ingeniería colombiana está al servicio de todos los colombianos; la idoneidad con las cuales fueron ejecutadas a través de varias generaciones no puede estar exenta de errores y observaciones, que los ingenieros somos los primeros en reconocer. El Túnel de la Línea, del cual hemos oído hablar varias generaciones de colombianos, es una de aquellas obras que nos hace ruborizar. ¿Cuántos años en construcción y cuántos nos harán falta para ver concluida obra tan importante para la comunicación del Pacífico con el interior del país? La inundación del famoso deprimido de la 94 nos ha avergonzado a todos; no me refiero a la corrupción, si la hay, sino a la falta de idoneidad profesional en estos casos y en algunos otros que darían para un “mea culpa”.