En los noticieros del fin de semana los televidentes vimos pasar filmaciones de hechos de inseguridad en la capital de la República que dejan a cualquier persona inmensamente preocupada por lo que estamos viviendo los residentes de Bogotá.
Y no es para menos. En lo que corrido de este año van 17 niños muertos violados o abusados sexualmente; 170 personas han sido heridas de gravedad unas más que otras como consecuencia de balas perdidas disparadas en diferentes hechos como consecuencia de atracos y robos y en algunos casos sin poder establecer hasta ahora los motivos de los disparos; si se toma en cuenta la comparación del mismo tiempo que llevamos del año 2019 frente al 2018 se han presentados 9.000 casos más de atracos, robos y hechos de inseguridad lo que deja claro que en lugar de mejorar en este aspecto clave para la vida de los ciudadanos lo que ha es empeorado y por fin las autoridades de Bogotá lo han reconocido.
Es que ya no es posible tapar u ocultar todos los hechos de inseguridad que en la capital vivimos todos los días. Se ha vuelto una ciudad muy peligrosa.
Que decir de los casos de robos o hurtos de automóviles, motos, bicicletas, patinetas, relojes, billeteras, carteras y joyas o atracos a residencias o vehículos. Lo que uno no entiende es que pasa con la acción de la Policía Nacional y los cuerpos o instituciones de seguridad. En cualquier otro país ya se hubieran caído los responsables de estas entidades y el Alcalde habría tomado como acción prioritaria en tema, tomando medidas extraordinarias que lleven a la detención de los responsables y que las autoridades judiciales impongan las penas privativas de la libertad que controlen lo que está sucedido todos los días. ¡Qué decir de las otras regiones donde el fenómeno de la inseguridad también se está sintiendo!
En el caso de los defensores de derechos humanos no podemos enterarnos todos los días de un asesinato más sí que haya consecuencia. Igual de los ya más de 180 asesinatos de los exguerilleros que se acogieron al pacto de paz, que lastimosamente el gobierno pasado no realizó como política de Estado sino de gobierno, motivo por el cual hoy tiene tantos opositores por no decir enemigos.
El Presidente Duque, reunido con la comisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, solicitó que prorrogue la presencia de los delegados de la ONU para que siga siendo testigo de la implementación de los acuerdo con la Farc, hecho relevante ya que no se puede terminar con los mismos. Lo importante hoy en día es que seamos conscientes que si bien no se hizo el mejor acuerdo hay que trabajar en su desarrollo puesto que en las zonas donde antes se vivía una verdadera guerra hoy esas regiones gozan de mayor tranquilidad.
En las antiguas zonas donde operabam las Farc tenemos que hacer presencia de Estado. Hay que hacer inversión social para que el abismo existente entre las ciudades y esas regiones sea cada vez menor. De lo contrario pronto veremos invadidas todas esas regiones con otros grupos ilegales y con más cultivos ilícitos que nos ponen en riesgo de que los Estados Unidos nos descertifique.