Decía Jorge Eliecer Gaitán, con una cierta ingenuidad porque la ingenuidad es la horca de parra de ciertas perfidias. Y, vaya ingenuidad la que está viviendo el pueblo colombiano bajo el régimen de JMS Kerenski.
La semana pasada fue desastrosa. No solamente, desastrosa, sino vergonzosa.
Einstein, a su vez, comentó que locura es cometer el mismo error dos veces. Pues, bien. Los colombianos, pareciera que estuvieran dispuestos a cometer el mismo error no solamente dos veces, sino todas las veces que sea necesario con tal de sostener al régimen de JMS Kerenski.
Vuelve a la palestra JMS Kerenski, a raíz del comentario de un contertulio a la hora del almuerzo durante las múltiples reuniones acontecidas en Bogotá con motivo de la bomba atómica judicial producida por el escándalo de corrupción en las altas cortes.
Al preguntarle: ¿Usted por qué cree que le puse JMS Kerenski? Su respuesta fue contundente: ¡por traidor! Sin comentarios.
La sociedad en general está inquieta, preocupada por el devenir.
El Barquero: William Calderón, a su vez, organizó una bien interesante tertulia a la hora del almuerzo.
Asistieron personajes de la talla del doctor Julio Cesar Ortiz, ex magistrado de la C.C y del C.S.J.
El abogado Clímaco Giraldo, quien me confiesa que prefirió dejar su tarjeta de abogado guardada en el cajón del escritorio con tal de no ver la corrupción existente.
El doctor Oscar Jiménez Leal, quien fuera defensor del Dr. Fernando Londoño ante el CNE.
El senador 103, Javier Hoyos.
El abogado Oscar Iván Palacio.
El exviceministro médico abogado doctor José Cuervo.
El abogado Mario Solano, excontralor de Bogotá.
Almuerzo diverso, de diferentes sectores preocupados por lo que está sucediendo.
El suscrito, simplemente, se refirió para producir el siguiente comentario.
Durante el 8.000, todos los poderes existentes: ejecutivo, legislativo, judicial, sostuvieron al régimen del elefante a cualquier costo.
Cuando se otorgaron las licitaciones de los canales privados de televisión de lo que hoy se conoce canal Uno, en ese momento el sector privado se amangualó. Hicieron una manguala de intereses privados públicos con un solo fin: sostener al elefante. Una APP que llamarían hoy.
De la misma manera, JMS Kerenski ha logrado construir unas APP con el fin de sostenerse en el poder a toda costa con los resultados conocidos.
Yo, me pregunto como un simple ciudadano de a pie:
¿Cómo dejar enseñanza a esta generación con el ejemplo tan bochornoso que nos está dejando la clase dirigente del país?
Porque hay que ver, ¿no?
El silencio de los gremios.
El silencio cómplice de los medios de comunicación.
El desprestigio infinito de los poderes: ejecutivo, legislativo, judicial.
Mientras tanto: Los dineros adjudicados para la construcción de la vía Ocaña Gamarra, ¿Los Odebrecht? ¿Los Saludcoop? ¿Los Isagen? ¿Los Reficar? ¿Dónde están?
Uno de los contertulios plantea la siguiente reflexión:
¿Estamos ad portas de vivir una situación similar a como la que se vivió en el plebiscito de 1957?
¿Estaremos ad portas de una implosión democrática en el 2018?
Puntilla: El desprestigio del Partido Conservador, ahora con déficit superior de $4.000 millones, ¿Para cuándo la renuncia al DNC, señores?