“Primóel fundamentalismo sobre la razón”
ARRECIFES
Real politik
Tal como se había previsto, primóel fundamentalismo sobre la razón. Valieron más los gritos estentóreos de políticos en campaña para la galería, que la reflexión ponderada y serena de senadores respetables pensando realmente. En una extraña alianza fundada en el moralismo, pero absolutamente alejada de la “real politik”, el Partido Verde, liderado por Claudia López y el Liberal, desde su atalaya moral del 8.000, junto con el Cambio Radical, de los abrazos con “Kiko”Gómez, concluyeron que era “inmoral”concederle la licencia por 60 días que el magistrado Jorge Pretelt había solicitado para defenderse sin las ataduras del cargo de la brumosa denuncia en su contra.
Ganaron ellos. Perdióel país. Como lo dijo Álvaro Gómez en uno de sus últimos editoriales para referirse a la paradoja diabólica en que terminóel presidente Ernesto Samper: “No se va a ir, pero tampoco puede quedarse”. Las mayorías del Senado, compuestas en su mayoría por viejos políticos que sísaben cómo es que va el agua al molino, quién sabe por quérazones o sirviendo a quéintereses, optaron por negar la petición del magistrado Pretelt, pensando que asílo obligaban a renunciar. Nada, lo dejaron a él y al país como la película: “Atrapados sin salida”.
Craso error. Cada uno es dueño de su miedo y no hay más grande que el de ir a la cárcel. Asícomo Samper siempre creyóque apenas dejara el cargo el entonces Fiscal lo iba a capturar (y creo que tenía razón), Pretelt puede pensar exactamente lo mismo. Y la actitud de la Fiscalía de llamar casi inmediatamente después a su esposa a interrogatorio por delitos de lesa humanidad que tienen pena de prisión de 60 años, no contribuye para nada a su tranquilidad.
Tampoco tranquiliza a nadie metido en semejante lío y que tiene un Juez natural que estápreviamente establecido como corresponde a cualquier democracia, observar cómo aparecen en los medios de comunicación piezas procesales que no pueden haber sido filtradas sino desde la Fiscalía General de la Nación, que tienen el propósito, no declarado, pero obviamente deducible, de presionar a su Juez natural y a la opinión pública, para crear una sensación de culpabilidad anticipada que vulnera la presunción de inocencia.
Lo más preocupante es que todos celebran que ello ocurra así. Probablemente porque la opinión pública o los medios que la influyen quieren cobrar en cabeza de un magistrado concreto, todas las culpas que saben son de muchos. Eso es explicable a nivel de la galería, pero inaceptable cuando se piensa que cada abuso legal que se acepte hoy en contra de un adversario, es un precedente establecido que en el futuro puede volverse en contra de cualquiera de los que hoy aplauden.
Es la consecuencia del fundamentalismo que empieza así, por relativizar la presunción de inocencia o por crear morales nuevas para borrar su propio pasado inmoral. Asíes la condición humana, le encanta señalar, acusar y juzgar, sin reglas y ojalámuy rápidamente, hasta que son ellos las víctimas de esos juicios. Entonces, parafraseando a la Sultana Aixa: Llorarán como bebés, lo que no defendieron como adultos.
@Quinternatte