ARRECIFES
Peligros Latentes
“Izquierda colombiana pretende una prensa controlada”
Una de las mayores decepciones del acceso por vía electoral de la izquierda al poder en Latinoamérica ha sido su vergonzoso desempeño en el campo de una de las más vitales garantías democráticas: La de la libertad de expresión, incluida la de prensa.
La Venezuela de Maduro y Diosdado Cabello; La Argentina de los Kirchner; o el Ecuador de Correa son claros y evidentes ejemplos de que al seguir el ejemplo cubano, la izquierda latinoamericana en materia de libertad de prensa es la nueva derecha.
Colombia tampoco es la excepción. El periodo de Gustavo Petro como Alcalde Mayor y sus tortuosas relaciones con la prensa libre, a la que siempre vio como parte de una conspiración burguesa en su contra, así como el uso de Canal Capital son el más reciente ejemplo.
Pero lo más asustador es que a raíz de un fallo de tutela de segunda instancia proferido por una Sala de Decisión de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial, en el que le ordena al programa Séptimo Día del Canal Caracol rectificar una información sobre el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, se han visto en twitter actuaciones de gentes tan importantes y tan autorizadas de la izquierda como la del representante a la Cámara Alirio Uribe respaldando solicitudes de una Ley de Medios.
Aterra saber con qué sueña la izquierda colombiana en materia de libertad de prensa. Nada más y nada menos que con una ley de medios y supone uno que su modelo es la “Ley Orgánica de Comunicación” de 2013 del Ecuador.
Regentar la Superintendencia de Información y Comunicación que crea esa ley, les hace agua la boca. O poder calificar cuándo se incurre en “Linchamiento Mediático”, una conducta definida en esa ley para combatir las informaciones concertadas entre varios medios de comunicación sobre temas específicos. ¿Denunciar el carrusel de la contratación en informes conjuntos, por ejemplo?
Ahora sí parece lógico el silencio cómplice de la izquierda colombiana frente a los abusos de Correa contra la prensa libre de ese país. No se trata de indiferencia, sino de pura solidaridad activa. Cómo van a condenar lo que, no solo les parece que está bien, sino que aspiran a importar como modelo para Colombia.
Muy raro eso de que la izquierda sea ahora la que pretenda una prensa controlada y no como la prefería un presidente conservador, para más señas, que antes de lo del Palacio de Justicia reconoció que la prensa era mejor desbordada que amordazada.
@Quinternatte