ARRECIFES
El factor ‘Trinidad’
Desde hace tiempo las Farc vienen insistiendo en la liberación anticipada de alias “Simón Trinidad”de la cárcel estadounidense en la que purga la sentencia de 60 años de prisión que se le impuso por el secuestro de los “contratistas”de esa nacionalidad que fueron privados de la libertad y mantenidos en cautiverio íntegramente en territorio colombiano.
Cada vez que desde esa organización subversiva o desde algún sector cercano al Gobierno se pide o insinúa siquiera la posibilidad de que esa liberación ocurra, aparecen las tradicionales voces del mismo sector ideológico señalando que eso es un “inamovible”, que en EE.UU. síhay división de poderes o, finalmente, que ese país no estáinteresado en nada que tenga que ver con las Farc o el proceso de paz en Colombia.
Afortunadamente para el proceso de paz, las cosas no son tan en blanco y negro como las muestran los radicales de una y otra orilla ideológica. Opciones para ver a “Simón Trinidad”libre antes de que se muera de viejo en una prisión gringa e incluso sentado en la mesa de La Habana, hay muchas. Y casi todas son deducibles tanto de la petición de extradición, como del concepto favorable que emitióla Corte Suprema.
Es curioso pero el debate sobre si el narcotráfico puede ser o no delito político que tanta tinta ha hecho correr aquí, con esa facilidad nacional que tenemos de buscarle un problema a cada solución, ahílo abordan las autoridades estadounidenses y las colombianas.
Para el Fiscal gringo el asunto es clarísimo, el delito de narcotráfico puede ser perfectamente conexo con la actividad rebelde. Asílo afirma sin ambages en la acusación. “Las Farc controla(sic)porciones grandes de Colombia y financia su guerra con el gobierno colombiano participando en el tráfico de cocaína y otras actividades delictivas. Las Farc emplea el asesinato, la violencia, la intimidación y el soborno en persecución de sus actividades de tráfico de drogas. El tráfico de drogas es parte vital de las Farc porque les permite adquirir armas, las municiones y el equipo necesario para llevar sus ataques armados”.Nosotros aquí matándonos por la definición de la conexidad entre narcotráfico y rebelión y allá, lo han resuelto con el natural pragmatismo gringo. Sin enredos de teoría del delito o de dogmática: Las Farc usan el narcotráfico para financiar su guerra. Conexidad pura y simple.
Tan evidente fue el asunto que la Corte reconoció, aunque solo para efectos de esa extradición la conexidad y en consecuencia advirtió que no podían juzgarlo por rebelión.
Así las cosas, la paradoja es que alias “Simón Trinidad”finalmente se extraditó mal pues lo fue por un delito cometido íntegramente en territorio nacional, por el mismo negaron la de alias “Gafas”, y por otro que se pidió y concedió como conexo con un delito político.
Puesto así el asunto, la solución termina siendo política y no deja de ser un indicio favorable que los Estados Unidos de América ya tengan un delegado especial para el proceso de paz en Colombia. Amanecerá y ojalá podamos verlo.
@Quinternatte