HUGO QUINTERO BERNATE | El Nuevo Siglo
Martes, 30 de Septiembre de 2014

¿BogotáHumana?

 

Nadie sabe muy bien cuál es el propósito del lema con el que cada gobernante, nacional, departamental o municipal, decide definir su período, pues claramente ningún funcionario se siente atado a él.

Cada vez que un bogotano debe trasladarse de algún lugar a otro, comprueba en carne propia que en Transmilenio, el sistema de transporte masivo de la ciudad, el lema “BogotáHumana”de la administración municipal es una típica frase de publicidad engañosa.

El deterioro del sistema de transporte que alguna vez fue orgullo de la ciudad y la sobresaturación del mismo, son las características que más percibimos sus usuarios. Buses atestados, rutas mal diseñadas, demoras desesperantes en la frecuencia, vendedores ambulantes y ladrones, son apenas algunos de los males que hoy lo caracterizan. La falta de seguridad de los usuarios no solo se ve reflejada en los rateros que están al acecho de sus pertenencias o en el sobrecupo de los buses, sino que ahora, por alguna extraña razón que nadie comprende, la mayoría de las puertas que en las estaciones dan acceso a los buses permanecen abiertas y bloqueadas en ese estado.

Por cuenta de semejante situación es fácil ver el aterrador espectáculo de multitudes esperando apretujadas, ya no en el interior de la estación, atrás de la seguridad de una puerta, sino en el borde mismo del andén que da acceso al bus. El riesgo de que en cualquier momento y por los movimientos propios de las muchedumbres, ocurra una tragedia por caída de pasajeros a la vía es extremadamente alto, sin que las directivas de Transmilenio parezcan darse cuenta de la gravedad del riesgo que ellos han creado con su negligencia.

El problema de las puertas de las estaciones es doble. Al permanecer abiertas, permiten que usuarios imprudentes, las usen para evitarse salir por donde deben y, a su vez, genera un constante flujo de colados, indigentes y ladrones en su mayoría.

Transmilenio parece no tener doliente. Dizque hay un gerente y toda una estructura administrativa, pero aparte de cobrar el sueldo no se sabe que hagan nada más. En la estación Avenida Jiménez, una de las de más alta congestión, es increíble ver cómo la ruta más demandada, la B-73, es a su vez la de menor frecuencia, mientras pasan otras siempre desocupadas. Organizar un sistema de transporte es complejo, pero no imposible, en Internet hay un vídeo de www.magicmarkerspro.com que explica muy razonablemente “por quéno funciona Transmilenio”.

Deberían verlo y por lo menos explicarnos si eso que dicen ahíes posible o no. Mientras tanto, podrían aplicar un poco de sentido común en el manejo de las rutas y las estaciones. Tienen tan poco, que la estación Avenida Eldorado, ubicada en la carrera 30, es la única en la que no para ninguna ruta de las que van en dirección del aeropuerto por la avenida 26. Y eso que la estación estáal lado del cruce a la izquierda que hicieron en la carrera 30 con calle 41, donde el genio que maneja movilidad de Bogotá, instalóun semáforo para inventarse un trancón que antes no existía.

@Quinternatte