El Maestro
Jaime Giraldo Ángel, probablemente el mejor Ministro que ha pasado por Justicia, acaba de fallecer en Bogotá. Después de 84 años vividos por, para y en la Justicia, Giraldo entregósu alma al Creador en el que tanto creía, como correspondía a su talante de “conservador fisiológico”, según su propia autodefinición.
Era en esencia un hombre bueno y, sobre todo consecuente, esa rara excepción en la que el decir y el hacer tienen una perfecta correspondencia objetiva. Tuvo solo dos pasiones en la vida y le alcanzaron para hacer una existencia ejemplar. Su familia: en verdad una verdadera tribu formada con su esposa Ayda Lucy, 8 hijos, 20 nietos y dos bisnietos; y la Justicia, en cuya búsqueda de la excelencia fue profesor por más de 50 años, escribiólibros, y diseñóalgunas de las Instituciones que funcionan, de las pocas que lo hacen, en la Administración de Justicia.
Cuando el narcoterrorismo asesinóa Hernando Baquero Borda, no huyó, como otros, sino que aceptóla Magistratura de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Eran las épocas donde más que un honor, era un sacrificio. Malos sueldos, cero poder y la certeza absoluta de ser sacrificables, como había quedado probado en el holocausto del Palacio de Justicia.
La independencia de la Rama Judicial, la carrera judicial y la descongestión de los juzgados eran sus obsesiones. Diseñónormas para alcanzar las primeras, aunque fue derrotado en la Constituyente con el modelo que se aprobópara la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, la historia le dio la razón. Introdujo, por primera vez en el país, un cuerpo normativo cuyo propósito específico era el establecimiento de mecanismos alternativos de solución de conflictos: Conciliación, Jueces de Paz, Casas de Justicia y todos los mecanismos del derecho premial en penal, son algunos de sus históricos aportes.
Cuando en Colombia mataban jueces un día síy al otro también, se inventóel Estatuto Para la Defensa de la Justicia para enfrentar el narcoterrorismo. Jueces con identidad reservada, trabajando solos con un computador y una secretaría común y protegidos en su trabajo y en su transporte. Habrámuchos críticos, pero todos esos jueces sobrevivieron.
Su mejor obra es probablemente la menos conocida, pero, paradójicamente, la más usada. Cada usuario que acceda a una página web de una Corte colombiana, debe saber que el módulo de las relatorías, el modelo de la selección, ordenación, la elaboración de la tesis jurisprudencial y la metodología de su identificación y recuperación informática por palabras claves dentro del texto, fue invento de Jaime Giraldo. Ahíestáexplicado con sencillez de sabio en Metodología y Técnica de la Investigación Jurídica, un libro construido desde sus años jóvenes en la docencia de la Universidad de los Andes y acrecentado cada año, desde entonces.
Paradójicamente es desde esa misma Universidad, que hoy se reciben los mayores ataques contra esa metodología. Probablemente por esa costumbre tan colombiana de cambiar solo aquello que funciona, al abrigo de un oneroso contrato con el BID, están intentando cambiar todo en las relatorías para implantar un modelo que sea made in USA.
@Quinternatte