HUGO QUINTERO BERNATE | El Nuevo Siglo
Martes, 29 de Abril de 2014

¿Camisas negras?

 

En Popayán (Cauca), de las ciudades más conservadoras y clericales del país, capital de uno de los departamentos más azotados por la violencia guerrillera y escenario del más antiguo e injusto conflicto de tierras, se organizóuna marcha contra el presidente Santos por 15 o 20 personas que vistiendo camisas negras, vociferaban consignas sospechosamente iguales a las de las AUCD (Álvaro Uribe Centro Democrático).

Aunque el hecho había sido denunciado por el periodista Luis Carlos Torres de “Proclama del Cauca”, fue la entrevista del Presidente de la República con la BBC la que originóla reacción uribista reconociendo la paternidad de semejante monstruo, pero reclamando la supuesta “inocencia”de la manifestación, atribuyéndola a“jóvenes que visten de luto, para expresar su dolor por el asesinato de policías y soldados”.

Es obvio que usar escuadrones de jóvenes vistiendo camisas negras y marchando organizadamente con propósitos políticos manifiestamente opuestos a la paz, no puede ser un símbolo pacífico y menos aún inocente. Desde cuando Hitler y Mussolini decidieron vestir a las SS y a sus cuadros de choque con esos uniformes, las camisas negras perdieron toda inocencia en materia política. Igual que las azules de Primo de Rivera.

La política, más que ninguna actividad estállena de simbolismos. De eso se nutren las acciones comunicativas que surgen de los signos de los partidos o de cualquier actividad que pueda identificarse con tales. Pretender ignorar eso, tal como lo hace el jefe de las AUCD, es francamente insultante, no solo para el entendimiento de los colombianos, sino para los millones de víctimas que fascismo y nazismo causaron a la humanidad.

Una treintena de jóvenes, rigurosamente uniformados de camisas negras y gritando consignas contra los diálogos de paz, glorificando la guerra y manipulando el dolor de los soldados y policías víctimas del conflicto es, tal como lo dijo el Presidente, un  evidente símbolo fascista y neonazi.

Es probable que esos “buenos muchachos”encamisados de negro, no sean fascistas ni neonazis, pero su actuación, sílo era. Y los dirigentes políticos que los organizaron bajo la bandera de las AUCD y con los lemas que lo hicieron, obviamente sabían perfectamente lo que hacían.

Grupos organizados de gente vistiendo camisas negras o azules en una manifestación política son, inevitablemente, símbolos fascistas y nazis. Su uso público no es inocente. Como no lo es el de cruces gamadas, o el saludo hitleriano con el brazo derecho levantado. Esos son símbolos infames per sé. Y los partidos políticos son socialmente responsables por su uso, y en algunos países hasta jurídicamente.

A nadie se le ocurre que el Tea Party, el ala radical del Partido Republicano, mande muchachos vestidos con túnicas y capuchas blancas a quemar cruces para protestar contra alguna de las políticas del presidente Barack Obama.

En Colombia dudo mucho que a alguien se le ocurra ponerse un pantalón camuflado y terciarse una motosierra, asísea de juguete, para salir a protestar contra la tala indiscriminada de los bosques. Uno y otro objeto tiene su propia significación infame en el contexto de cada país. Y con eso, no se juega.

@Quinternatte