¿Y de Bogotáqué?
Falta menos de un mes para las elecciones del próximo Congreso de la República y aún no se sabe de propuestas concretas para resolver los graves problemas de la ciudad de los candidatos que aspiran a ocupar alguna de las 18 curules a que Bogotátiene derecho en la Cámara de Representantes.
El desastre distrital que puede ser rastreado por lo menos hasta la administración de Samuel Moreno y que se ha ahondado en la de Gustavo Petro, tiene como corresponsables a los representantes a la Cámara por Bogotáy a sus pecaminosos y, en muchos casos, punibles ayuntamientos, con sus agentes y correligionarios en el Concejo Municipal. Por acción, o por omisión, todos son responsables.
Más alládel liderazgo que en algún momento ejercióel representante Miguel Gómez Martínez sobre el proceso de revocatoria del alcalde Petro, los temas de Bogotáson eternos ausentes de la agenda parlamentaria. La U ha pasado de agache en toda esta gran crisis y los Verdes quedaron en eso, un movimiento que no maduróninguna idea concreta para resolver algún problema de la ciudad. Y el Polo, como corresponde a su naturaleza ideológica, se debate entre los que creen que todo es una conspiración de las “mafias”contra el Alcalde y los que estiman que la culpa es de los TLC.
Pareciera que Bogotáno existiera para sus representantes o para los senadores que obtienen aquíla mayoría de su votación. A la ciudad la tratan peor que a una meretriz. Acuden a ella para satisfacción propia, luego la olvidan. Y ni siquiera le pagan.
El gigantesco embotellamiento del tráfico de la ciudad es un tema que los representantes parecen no advertir desde la cómoda y mullida silla de sus camionetas blindadas. Aunque es probable que crean sinceramente que la velocidad general de desplazamiento es la misma que ellos alcanzan con sus escoltas abriéndoles paso.
El embudo que significa la salida de Bogotápor la Autopista del sur, es tema que tampoco les preocupa. Ninguna idea se oye para disminuir las más de dos horas que se gastan para atravesar la ciudad desde la calle 100 hasta Soacha. La infame lentitud con que la concentración del tráfico pesado sobre la calle 13 castiga a todos los ciudadanos que viven en esa zona de influencia, tampoco merece ninguna atención de los legisladores que supuestamente representan a Bogotá, ni de los que aspiran a representarla.
¿Cuál es, por ejemplo, la gran propuesta para combatir la inseguridad con la que algún candidato nos va a seducir? No hay, no se oye. Mientras tanto a los votantes los siguen atracando dentro de los buses, a los que usan las ciclorrutas les siguen robando las bicicletas y en Transmilenio, al que no raquetean, mínimo lo “tarrean”.
Lo más asustador de todo este abandono es que la única propuesta de seguridad conocida sobre la ciudad tiene a ese candidato respondiendo por ella ante la Fiscalía, donde aún no resuelven si le creen al que dijo que le propusieron la creación del “Bloque Capital”o al que dice que jamás dijo eso.
@Quinternatte