Horacio Gómez Aristizábal | El Nuevo Siglo
Sábado, 18 de Julio de 2015

Cuál Partido Conservador

 

Hay partidos desde que el mundo es mundo y el hombre es hombre. formaron partido Caín y Abel; Esaú y Jacob; católicos y protestantes; monárquicos y republicanos, jacobinos y girondinos; capitalistas y comunistas. Fueron hombres de partido Uribe Uribe, Caro, Núñez, Laureano, López, y muchos más.

Son múltiples las metas, las motivaciones y los objetivos de los partidos. Tal vez la ambición fundamental de un partido es llegar al poder, para realizar su modelo de gobierno y convertir en realidad sus ideales. Como los partidos son la esencia de la democracia, la discrepancia civilizada está en el fondo de la organización partidista. Ahí, donde haya desacuerdos ideológicos hay partidos. Además, donde hoy un “todo”, habrá partes y las partes se llaman en el orden político partidos. Cuando se pretenden formar agrupaciones únicas, surgen los totalitarismos -nazismos, fascismos, estalinismo-. Identidad o uniformidad absoluta no habrá jamás, en ambientes democráticos, esto es muy trivial, pero lo elemental es lo que más se olvida.

En este momento lo más lamentable del partido conservador es haber renunciado a la “vocación por el poder”. Jefes tradicionales, parlamentarios famosos, líderes burocratizados, intelectuales desteñidos y oportunistas reconocidos prefieren las alianzas desventajosas y la entrega de los principios doctrinarios a cambio de migajas oficiales, nombramientos subalternos, contratos deshonrosos o mermeladas que degradan y destruyen el patrimonio de un partido glorioso por su origen y su desarrollo histórico. De 16 ministros solo 2 son azules y de 15 asesores presiden solo 3. Estamos divididos en tres grupos: uribistas, santistas y directoristas. David Barguil, fogosa juventud y talentoso dirigente, trata de sacar adelante a la colectividad, pero los escollos parecen insalvables.

¿Qué pensarían Laureano, Ospina Pérez, Alzate Avendaño, Álvaro Gómez Hurtado ante el caos, desorden y liquidación del partido que más le ha aportado a Colombia desde el punto de vista institucional, ideológico y moral? Laureano Gómez murió hace medio siglo. ¿Por qué nada se ha organizado para conmemorar su poderosa presencia en Colombia? En 7 volúmenes el Caro y Cuervo publicó parte de su valiosa obra humanística. Pueblos que no exaltan a sus grandes figuras no las merecen.

César Montoya Ocampo afirmó:

“Hay que volver a los seminarios ideológicos. Necesitamos ejercicios espirituales para fortalecernos humanística y doctrinariamente”. La juventud tiene que conocer a fondo los principios, programas y enseñanzas de los pensadores del partido. Hay que llevar a las universidades, academias y colegios las ideas azules. La mujer debe ser motivada con fuerza, con perseverancia y con altura. En este campo da ejemplo la mujer liberal. 

El gran electorado de la derecha está en el sector rural. Siempre le damos la espalda al campesino. Se le mira por encima del hombro. De cada cien pesos del presupuesto, 90 se quedan en la ciudad. El TLC subsidiado está arruinando al sector rural. Los directorios departamentales deben ser escogidos democráticamente. Y que cumplan tareas de agitación y adoctrinamiento. Las convenciones -en lo nacional y departamental- deben operar con más eficacia. Hay que volver a las plazas públicas. Oxigenar a las masas. Incentivar la mística. Los periódicos azules, emisoras y programas de televisión deben ser más proactivos, enérgicos. Hoy están frivolizados y canalizados. Los auxilios oficiales son perversos. Corrompen, contaminan, envilecen. ¿Por qué no asesoramos a los funcionarios azules para que se destaquen? El servicio público ha venido a menos. Nos unimos o nos hundimos". Esto último es lo más urgente.