Antonio Cacua Prada
CONOCÍ al famoso historiador sanadresano (de San Andrés, Santander) en 1989, cuando cursé Relaciones Diplomáticas en el extinto Instituto Universitario de Historia de Colombia, que pertenecía a la Academia Colombiana de Historia, desaparecido con la Ley 30 de 1992. Había sido ese Instituto un esfuerzo de Cacua, Roberto Velandia y Germán Arciniegas, por formar licenciados en historia, relacionistas diplomáticos y guías turísticos certificados, cuya regulación solo se expidió por el Gobierno Nacional a través de Decreto hasta 2014.
Allí, en El Instituto de Historia, el Rector era Antonio Cacua Prada, hombre serio, de voz recia y diáfana, que aun a sus más de ochenta años conserva para retumbar con eco en los salones de las academias a las que pertenece.
Como periodista, fue cronista de El Siglo y director de El Fénix Nacional. Abogado, escritor prolífico, congresista, académico, locutor, diplomático, educador, virtudes que hacen parte del numeroso elenco de palabras que se podrían utilizar para definirlo, pero una de ellas encierra todo: Señor. Y como mi padre me enseñó, a todo Señor, todo honor.
Humanista de alto vuelo. A sus 83 años, que cumple el 11 de febrero, sus libros suman varias docenas. Entre sus obras más destacadas están Colombia en la historia, Historia del periodismo colombiano, complementada con otro libro de similar temática: Orígenes del periodismo colombiano; Historia de la educación en Colombia; Símbolos patrios nacionales; El cartagenero Juan García del Río; El Teatro Faenza; Orestes Sindici; Manuel del Socorro Rodríguez; José Gregorio Hernández; Germán Arciniegas, cien años de vida para contar; Antología poética de Aurelio Martínez Mutis; Andrés Bello, precursor de la integración americana; etc.
Ha estudiado la vida de Bolívar y su descendencia oculta; ha biografiado a Manuelita Sáenz y a Santander; escribió una obra sobre Bernardo O´Higgins y otra sobre José de San Martín, que le valió ser designado como Presidente del Instituto Sanmartiniano, filial Colombia, del cual es uno de los pocos integrantes vivos.
Es de resaltar la labor que desde hace más de quince años realiza desde la Academia Patriótica Antonio Nariño, dedicada a promover la figura del más ilustre de los bogotanos, ese ciudadano de todos los tiempos a quien el próximo 9 de abril le celebraremos el 250 aniversario de su natalicio.
Cacua Prada ha recibido numerosos homenajes, pero como profesor que soy, considero, que el mejor, es el que nos prodigan nuestros estudiantes con palabras sencillas salidas del corazón. Doctor Cacua: su esfuerzo por hacer que la historia de Colombia retorne a las aulas, al haber desaparecido del pensum escolar y universitario en 1982, es una bandera que no podemos abandonar, cuente con mi concurso.