REALIDAD ALARMANTE
¿Qué será de nuestra pensión?
El tema de las pensiones está en el ojo del huracán. Desde hace tiempo hemos sido testigos de las dificultades crecientes que afronta el Gobierno colombiano para realizar los pagos a las personas que cumplen con los requisitos para pensionarse. Hace algunos días el mismo Presidente de la República dijo que esta situación es insostenible financieramente hablando; se estima que para el año 2015, el Estado tendrá que destinar cerca de 34 mil millones de pesos para subsidiar los pagos, lo que corresponde, ni más ni menos, que a un poco más del 4% del Producto Interno Bruto (PIB).
Esta realidad tan alarmante supone en la agenda prioritaria del Ministro de Hacienda y del Ministro de Trabajo una reforma pensional que logre reducir el impacto de dicha situación sobre las finanzas públicas. Se estudiarán las implicaciones que pueda tener el aumento en la edad para jubilarse y posiblemente se buscará promover la formalización en el trabajo, con miras a que la cantidad de dinero recaudado alcance para pagar el incremento en el número de pensionados. Quizá el mayor inconveniente que enfrenta el sistema es la informalidad laboral tan frecuente en nuestro país; un número muy elevado de trabajadores realiza sus labores de manera informal y no se ha concienciado de la necesidad de aportar sobre sus ingresos reales; incluso, muchos nunca han cotizado para su pensión lo cual traerá grandes consecuencias en el futuro.
Un dato, revelado hace algunos días por el presidente de Asofondos, prendió aún más las alarmas al ponernos sobre aviso de que nos enfrentamos a una “bomba pensional”, pues de los más de 20 millones de trabajadores que se estima existen activos en Colombia, tan sólo cerca de 7.5 millones están cotizando en el sistema y sus aportes alcanzan para un porcentaje mínimo de las necesidades actuales de pagos.
Los empresarios y los administradores de fondos de pensiones coinciden en que es fundamental un estudio a profundidad de las necesidades en materia pensional a largo plazo; no debemos limitarnos a apagar el incendio para garantizar únicamente los recursos financieros que se requerirán en los próximos 2 o 3 años, sino analizar y evaluar las realidades que enfrentará el sistema en 10 o 20 años para tomar ahora mismo las medidas tendientes a disminuir el problema en el futuro. Uno de los puntos principales en los que se debe trabajar es en incentivar a los trabajadores para que se formalicen y de esta manera hagan aportes sobre sus ingresos reales, para que así puedan recibir una pensión adecuada en el momento de su jubilación.
Considero además que el aumento en la expectativa de vida de los colombianos también ha generado una mayor necesidad de recursos al sistema, dado que cada vez existen más personas en período de jubilación recibiendo mesadas durante más tiempo. Si nuestro país no toma medidas contundentes en esta materia, nos enfrentaremos a situaciones inmanejables en un período de tiempo muy cercano. Ojalá que esta realidad a la que nos estamos enfrentando posibilite también que se estudien a fondo a los beneficiarios de las llamadas “megapensiones” y se tomen medidas equitativas y solidarias frente a los demás trabajadores colombianos.