De Cardenales hablamos…
“Llegan a esa dignidad algunos religiosos que no lo soñaron”
Francisco acaba de nominar - y los creará en febrero- a 19 nuevos cardenales que señalan un talante nuevo en quienes llegan a ostentar esa dignidad. Sin duda alguna no todos estarán de acuerdo con esos nombramientos que parten de la decisión de un Papa que llega sin compromisos y que escoge su gente y sus colaboradores en medio de muchas comprensibles y humanas aspiraciones. Y es de lógica que con este Pontífice lleguen a serlo religiosos que bajo otro pontificado jamás habrían llegado.
Beniamino Stella -antiguo nuncio en Colombia- es conocido de Francisco y lo mismo Parolin, otrora nuncio en Venezuela. El llamamiento de Baldiseri se entiende, pues el día de la elección ya el gesto de colocarle la birreta lo señalaba y así mismo no había duda sobre el presidente de la Congregación para la doctrina de la Fe. El arzobispo bibliotecario, quien normalmente ocupaba un puesto en la nominación, ya no lo será porque es difícil olvidar las contradicciones que tuvo con Bergoglio cuando era cardenal arzobispo de Buenos Aires. “Muy humano” puesto que no es asunto puramente de simpatías, sino el necesario cambio de línea en una institución que ha probado a los ojos de todos que nadie es “insustituible “. Por ello hay que entender la renuencia de Bergoglio a nombrar a los arzobispos de Turín y de Venecia que hacían parte de las nueve ciudades que después de los pactos lateranenses creían tener cimentado ese derecho. Eso son condicionantes que Francisco no acepta y es claro cuando nombra al de Perugia, una ciudad que jamás soñó tener cardenal.
Hay algunos que dicen que es animadversión del papa frente al cardenal Ruini y Bagnasco y eso ni es interpretable así, sino expresión de la urgente necesidad de no perpetuar grupos de poder que ya han gobernado lo suficiente. (“Lo cortés no quita lo cóndor”.)
Enorme sorpresa para Latinoamérica la escogencia de un cardenal para Nicaragua y el primer cardenal donde reina la pobreza que es el de Haití, así como los nominados de Costa de Marfil y de Burkina Faso y los controvertidos de Corea y de Filipinas, quienes arriesgan mucho de su propia seguridad para predicar el Evangelio.
Si bien Latinoamérica obtiene cinco puestos llama enormemente la no convocatoria del presidente del Celam, Carlos Aguiar, que sin duda era esperada no sólo en México. Pero es preciso tener igualmente en claro que hay todavía un elemento central ya que en la Iglesia, como en todas las instituciones, hablan a veces con más claridad con los silencios que con las palabras. En efecto, al final de febrero el consistorio se ocupara no sólo de los cardenales nombrados, sino de los prolegómenos del Sínodo sobre la familia a celebrarse en septiembre. Monseñor Vincenzo Paglia -quien preside ese ministerio- no fue nominado; parece que sobre ese ministerio Francesco está pensando en grande.
Excelente el nombramiento de Capovilla de 98 años -el secretario de Juan XXIII y del Concilio- quien puede terminar su vida con el reconocimiento que tanto tiempo le negaron los fundamentalistas de siempre.