Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 25 de Junio de 2016

SAGITARIO

Freedman

 

ANTES de analizar Strategy. A history (Oxford University Press, USA, 2015, paperback), de Lawrence Freedman, se resumió lo previamente entendido por estrategia, lo cual arrancó por lo bélico entendible al ser la segunda guerra mundial la primera afición de lectura de quien escribe y este tema ocupa el segundo lugar en mi biblioteca después de la economía. No ha terminado la revisión del texto señalado y solo se han examinado quince de los treinta y ocho capítulos.

 

El autor citado ubica el origen de la  estrategia en la Biblia y John Laffin concuerda en Grandes Batallas de la Historia. Secretos de los maestros de la estrategia (Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 2004) al referirse a Gedeón; Freedman observa una connotación religiosa y las reglas, en este período, implican la obediencia a las leyes y normas divinas y lo más decisivo ocurre en la Grecia clásica, siglo V A.C., en que los “inmortales” cesan en su primacía intelectual para cederla a los seres humanos pero antes los israelitas han padecido en Egipto y los faraones y su pueblo han sido castigados con las famosas plagas.

 

El terreno de aplicación de la estrategia se extendió a la ciencia política, Freedman menciona a Maquiavelo, y la administración de empresas, cuyo antecedente lejano lo identifica en Sun Tzu –incluyendo el arte de gobernar- y su obra El Arte de la Guerra que aparece en El Ejército y la Guerra. Dos documentos imprescindibles (Emecé Editores, Buenos Aires, 1982): la otra referencia es Alexis de Tocqueville que también sorprende. Hoy por hoy la estrategia desborda los límites señalados, es requerida en toda actividad humana y se agrega el concepto acompañante con menor relieve: la táctica.

 

Los griegos identificaron dos tendencias en la estrategia y las representaron con otros tantos personajes de La Ilíada de Homero: Aquiles en representación de la fuerza y Odiseo, o Ulises, en nombre de las estratagemas, astucia y engaño (a las cuales la Biblia no es insensible) y, en lo personal, por otras razones, la personalidad preferida es Héctor. Freedman agrega otros conceptos: fines, recursos, medios, caminos, alternativas (añadir escenarios), raciocinios, estrategias general y específica, programada y ejecutada, revisiones, nexo con conflictos, inteligencia estratégica; la última noción  compartida con los antropoides (¿y los homínidos?) al evaluar costos y beneficios de la agresión.