Germanos
Acorde con El Tiempo, organizaciones germanas, en representación del país “más violento del siglo XX”, se vinculan al proceso de paz en Colombia: las fundaciones Konrad Adenauer, Fescol, Hanns Seidel, la respectiva Embajada y el Centro de Investigación de la Universidad de Heidelberg; ojalá se conozca pronto la documentación derivada.
El embajador Gunter Kniess señala la coincidencia con la experiencia alemana de reconciliación y es un caso pertinente al recordar la segunda Guerra Mundial y el régimen comunista en Alemania Oriental; tales antecedentes extremos hacen evidente la factibilidad del éxito en Colombia y en cualquier parte. Hubo circunstancias especiales en Alemania: plena vigencia del Estado de Derecho -hay quejas, al contrario, sobre la justicia colombiana- y el castigo, sin perdón o amnistía para los culpables, a través del juicio de Nuremberg y posteriores; otra diferencia consiste en la aplicación en Colombia de la justicia transicional a partir de la determinación de los máximos responsables.
El segundo entrevistado es el politólogo y periodista Peter Frey quien, previa indicación de mostrar un modelo de orientación, comienza por recordar el intenso diálogo, en la década de los sesenta del siglo pasado, entre padres y abuelos por un lado versus hijos y nietos en torno de las causas, desarrollo y responsabilidades de la guerra citada; sugiere infaltables el esquema propio, compaginar las regiones, la memoria histórica y enfrentar el pasado, vincular los rebeldes a la vida política, económica y social. El politólogo, investigador y especialista en solución de conflictos, Frank Pfetsch, vinculado a la Universidad de Heidelberg, destaca lo que, en su concepto, es una omisión: la creación de una comisión de la verdad; considera previsibles tanto la presión militar como la polarización durante las negociaciones, es decir, el proceso colombiano se ajusta a la ortodoxia actual de los conflictos armados, cuya praxis es variada.
En suma, los tres expertos consideran satisfactorio el proceso de consecución de la paz y quien escribe comparte dicho criterio; es probable que el choque se pueda ganar, en sentido militar, a mediano plazo pero el costo es alto. Agradan la comisión de la verdad y la memoria histórica con énfasis en las víctimas y el recuerdo de las violaciones a los derechos humanos en que, no sobra decirlo, el Estado ha sancionado, en ocasiones, a sus integrantes culpables y no así la guerrilla.