GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 9 de Marzo de 2014

Correa

 

Se  expone y examina, en esta ocasión, la parte final de Análisis de las Elecciones en Venezuela y Ecuador (septiembre, 2013), es decir, lo relativo al segundo de los citados países, a cargo de Nicolás Alejandro Liendo y Manuel C. González; a este informe se vincularon OPEL, la Universidad Sergio Arboleda y la Corporación Pensamiento Siglo XXI.

El presente ejercicio no se extiende muy atrás en el tiempo y arranca desde fechas decisivas para el origen de la situación actual, o sea, 1999 y 2006 coincidentes con los momentos en que Hugo Chávez y Rafael Correa comienzan a ejercer el poder.

Ambas naciones presentan similitudes: se ubican a la izquierda, según los expertos, agrupadas en ALBA y el fracaso del sistema democrático se explica por fallas de los partidos tradicionales; es interesante anotar que este factor no ha sido de gravedad comparativa extrema en Colombia, pese a hechos como el clientelismo, nepotismo, escándalos de corrupción, delfines, rumores, desigualdades, inequidades y debilidades institucionales. Es probable, siempre en sentido comparativo, que exista en nuestro país una mayor inclinación por la democracia que contrarreste, en parte, los ángulos negativos; sin embargo, conviene tenerlos presente y corregirlos porque el ejemplo de los vecinos es significativo e indica los riesgos inherentes.

Esta recomendación merece explicación para captar su validez; los indígenas han sido capaces de tumbar gobiernos en Ecuador y en Colombia, en unión con los campesinos, han realizado operaciones exitosas de sitio o cerco a ciudades, es decir, han adquirido una experiencia de la que carecen las Fuerzas Armadas y que se utiliza como amenaza verbal con frecuencia. El Gobierno de nuestro país ha enfrentado la situación con habilidad, ojalá siga así pero debe diseñar y poner en práctica las medidas económicas, sociales, políticas y sectoriales adecuadas; tal estado, o sea, con los actores señalados, no se presenta aparentemente en Venezuela donde actúa una oposición agresiva, eficiente y creciente que no se observa en Ecuador y Colombia. Se abandona el terreno de las similitudes para ingresar al de las diferencias y se agrega que el régimen político luce estable, a mediano plazo, en Colombia y una perspectiva similar se observaba en Ecuador frente a la incertidumbre venezolana; Correa, en especial, parecía tener la vía abierta por mucho tiempo con popularidad asegurada. ¿Qué sucedió en las elecciones de febrero?