GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 29 de Diciembre de 2013

Designios

 

Entusiasma cumplir aspiraciones personales y una oportunidad se presentó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Se propuso, en este foro, a través de la Asociación Colombiana de Agentes de Aduana (Asocolda), la eliminación de las facultades discrecionales, en la Carta Política, y su remplazo por la transparencia absoluta; la acogida inicial produjo optimismo pero, al final, la propuesta fue rechazada y la decisión es lógica: a los gobernantes y los políticos les agrada el privilegio indicado ¿hipótesis aceptable? El origen de la sugerencia está en debates sobre comercio exterior y se quiso usarla en diversas áreas.

Se insiste en la idea, pese al reiterado fracaso, y un primer ejemplo de aplicación fue la política de personal del Estado y se pidió el trato totalmente escrito de los despidos, o sea, se registren a plenitud y queden huellas. Un segundo ejemplo lo constituye el intento de lograr legislación sobre el cabildeo con falla total a pesar de ser Germán Vargas Lleras su promotor: se espera que sea presidente de la República para triunfar. Un tercer ensayo infructuoso se encuentra en los requisitos para un premio anual al periodismo investigativo: las partes intervendrían en el proceso de los casos premiados, expondrían sus criterios y los medios, o Justicia Paralela, se comprometerían a que la Justicia Institucional intervenga. ¿Qué se concluye? La búsqueda de transparencia experimenta avances a un ritmo muy lento; nada en política de personal, los medios han diseñado manuales internos, es decir, intentan el chequeo de la veracidad de la información y no se avanza en premiación del periodismo investigativo.

Se aplaude la iniciativa de Sigifredo López de crear una fundación para la defensa de los inocentes, pues tal debe ser la prioridad fundamental de la justicia colombiana y, solo en segundo término, castigar a los culpables. Eduardo Montealegre, fiscal general de la nación, con base en la experiencia de López, identificó la anomalía de los “falsos testigos”, determinó que quienes los utilicen han de analizar su credibilidad y comenzó los primeros juicios formales; este recurso se ha utilizado con frecuencia y su éxito previo se debe a la aceptación de los chismes por el pueblo colombiano. Si bien es grave crear rumores, es peor su aceptación general. Se requiere formación cívica y científica para el combate y el enfoque Mockus puede servir.