GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 24 de Noviembre de 2013

Teoría

 

Se  comentó, hace algunos días, con entusiasmo, la sentencia de inocencia de Mario Aranguren y tal sentimiento responde a creer que la prioridad máxima de la justicia es salvar a los inocentes y, en segundo término, castigar a los culpables; inclusive se asigna alguna distancia, en el sentir personal, entre dichos objetivos. Se profundiza, en estas líneas, en las guías de la conducta indicada y sus orígenes, según autores y obras, señalando que la presente es una aproximación inicial. Ojalá se configure una teoría.

Una primera fuente es Juan Manuel López Caballero con escritos suyos en la revista Dinero.Se concluye que los medios de comunicación ejercen un papel determinante en la formación de la opinión pública y pueden orientar la gestión de la Justicia Institucional, es decir, la definida en la Constitución Nacional y las leyes. Tal función, cuando es autoasignada, implícita o explícitamente, por los referidos medios, es descrita, por quien escribe, como Justicia Paralela y debiera regir, en la praxis, la primera y no la segunda, aunque es grande la tentación a pensar que no es así y se plantea la siguiente tesis: tiene más relieve comunitario la variedad Paralela que la institucional. En consecuencia, se prefiere no referirse a los acontecimientos, hechos y personalidades supuestamente incorrectos hasta que la Justicia Institucional se pronuncie. No siempre los columnistas y los periodistas tienen la debida preparación legal y pueden cometer errores con graves efectos, por ejemplo, la persona afectada puede serlo, sin merecerlo, en desvinculación de la economía monetaria, desempleo, recuperación parcial con empleo informal, desprestigio imborrable y pese a que los medios rectifiquen. Cass Sunstein señala, en Rumorología (Debate, Bogotá, 2010), que no se salva quien sea presentado a la sociedad, por vez primera, a través de rumores falsos y adversos.

El final del párrafo precedente conduce a una dimensión  que empezó a vislumbrarse en La Naturaleza del Conflicto Humano (Fondo de Cultura Económica, México, 1975) de Elton McNeil (compilador y coautor). McNeil se refiere, en alguno de sus artículos, a los chismes en dos tribus indígenas estadounidenses: aceptados en una y rechazados en la otra. El paso siguiente fue aprender que los rumores falsos pueden ser un instrumento muy efectivo de agresión y el aporte de quien escribe reside en su convicción de ser válido lo dicho en Colombia.